Con el paso de los años, los procesos biológicos de regeneración continua del ser humano disminuyen su eficacia. Esta es la principal causa del envejecimiento, ya que tiene gran relación con la oxidación. No obstante, algunas vitaminas antioxidantes como la A, E y C, son capaces de retardar dicho proceso de manera segura, eficiente y natural.
La vitamina E, es un efectivo antioxidante, se encarga de proteger y prevenir los daños a células y tejidos, contrarresta con eficacia el envejecimiento y mejora la circulación sanguínea, un factor determinante para la salud de la piel y el organismo en general.
La belleza, juventud y salud de la piel, son posibles si se lleva a cabo una alimentación sana, rica en nutrimentos antioxidantes que protegen de los efectos de los radicales libres, los cuales resultan nocivos, así como de sustancias químicas reactivas que tienen una gran capacidad de oxidación, activan el proceso del envejecimiento, y causan enfermedades como el cáncer y otros padecimientos.
Los radicales libres provienen de la contaminación, el ozono, algunos medicamentos, tabaco, ciertos alimentos, etcétera; también pueden ser generados a partir de la propia respiración celular, por infecciones o inflamaciones en el cuerpo, estrés, y otros factores.
Actualmente se conocen los efectos neutralizadores que ejercen los antioxidantes sobre los radicales libres para mantener saludable al organismo por más tiempo. La vitamina E es también conocida como alfa-tocoferol y es parte del grupo de las vitaminas liposolubles, es decir, que son solubles en grasas, y representa un componente muy importante en la estructura de las células del cuerpo para prevenir la degeneración celular.