El neurólogo Francisco Javier Jiménez indicó que los trastornos del movimiento, en especial el Parkinson, se proyectan entre las afecciones cuya prevalencia va en incremento, en relación directa con el envejecimiento de la población.
En rueda de prensa, el titular de la Clínica de Trastornos del Movimiento en el Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco agregó que se estima que en la actualidad, hasta 7% de la población padece algún trastorno del movimiento al margen de la edad.
Enfatizó que los trastornos del movimiento constituyen el segundo motivo de consulta en el servicio de Neurología de este nosocomio, y la enfermedad de Parkinson “es la más frecuente de entre toda la gama de este tipo de afecciones, que incluyen también temblores, coreas, ataxias y tics”.
Señaló que el Parkinson se considera una enfermedad multifactorial en la que la genética juega un papel fundamental, “no se conoce con certeza su causa, su origen es múltiple y además del aspecto genético deben coincidir muchos factores para que la persona exprese el padecimiento”.
Expresó que entre las hipótesis más aceptadas en torno a la expresión de la enfermedad de Parkinson, está la exposición prolongada a factores adversos “como los pesticidas y herbicidas, sin omitir otros productos como solventes e hidrocarburos e incluso las drogas, en especial el krystal”.
Resaltó que alteraciones durante el sueño como moverse demasiado e incluso hablar o gritar mientras se está dormido, pueden sugerir fases incipientes de Parkinson, “sobre todo cuando ocurren durante la fase REM del sueño, es decir, de movimientos oculares rápidos”.
Explicó que en esta fase es cuando se producen los sueños en la que en condiciones normales, “sólo hay movimiento ocular y de los músculos respiratorios, pero en las personas susceptibles a Parkinson, de manera anómala se producen movimientos en piernas y brazos, a grado tal que pueden caerse de la cama o inclusive llegan a golpear al cónyuge”.
Manifestó que aunque la mayoría de los pacientes con diagnóstico de Parkinson debuta a partir de la sexta década de vida, entre 5 y 10 por ciento de los casos es de inicio temprano, “es decir, antes de los 50 años”.
Afirmó que el mal de Parkinson es la segunda en frecuencia dentro de las llamadas enfermedades neurodegenerativas, antecedida por la enfermedad de Alzheimer.
Refirió que cuando el paciente llega a solicitar atención médica, el avance de la afección es tal que se ha perdido entre 75 y 80 por ciento de células del tallo cerebral y por lo mismo la producción de dopamina es prácticamente nula.
Resaltó que dado que la dopamina es el neurotransmisor entre cuyas principales funciones está la regulación del movimiento, su baja producción se manifiesta precisamente en descontrol motriz.
Detalló que el primer síntoma que refieren algunas personas antes de la aparición franca de la enfermedad, es dolor de hombros y posteriormente aparece temblor que inicia en una mano, rigidez en la nuca, además de trastornos en la marcha, los cuales comienzan gradualmente y empeoran con el tiempo.
Recordó que en ocasión de la celebración del Día Mundial del Parkinson, el próximo 11 de abril, “es importante que ante los síntomas, se busque atención médica inmediata, porque si bien se trata de una enfermedad crónica, un abordaje temprano retarda la aparición de síntomas incapacitantes y proporciona mejor calidad de vida al paciente”.