El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos informó que comenzará a trabajar en la elaboración de una vacuna contra la influenza aviar A H7N9, para contrarrestar una eventual pandemia.
“El CDC toma acciones rutinarias de preparación cuando un nuevo virus con el potencial de convertirse en pandemia es identificado, incluyendo el desarrollo del virus candidato para hacer una vacuna si ésta fuera necesaria”, señaló la agencia.
Indicó que estos pasos forman parte del “Modus operandi” del CDC cuando se descubre un nuevo virus de gripe entre humanos.
Este viernes, el gobierno de China indicó que la cifra de muertes por la nueva cepa de gripe aviar aumentó a cinco personas, en contraste con las seis víctimas reportadas por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Las muertes ocurrieron en las provincias de Zhejiang y Shangai en la zona oriental del país asiático afectada por la infección.
El CDC aclaró, sin embargo, que antes de producir la vacuna quedan algunas cuestiones por aclarar, por ejemplo, habría que saber si el virus está siendo transmitido de persona a persona. Aseveró que hasta el momento no se cuentan con pruebas de que así suceda.
Explicó que el nuevo virus H7N9 se contagia de aves infectadas a humanos pero no de humano a humano, aunque es la primera vez que se encuentra en las personas.
La agencia estadunidense indicó que la cepa de virus actual es muy diferente a otros virus H7N9 encontrados previamente en otras aves.
El CDC está preparando también un kit de pruebas para que los departamentos de salud pública en Estados Unidos y posiblemente en otros países, realicen las pruebas de detección.
Asimismo está emitiendo directrices a clínicas y autoridades locales de salud sobre cómo detectar el virus.
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) no recomendó una revisión especial en puertos de entrada en relación al brote de gripe aviar, ni advirtió sobre la imposición de restricciones de viaje.
Sin embargo, en su alerta recomendó a los países de la región mantener la capacidad de detectar cualquier evento de salud “inusual”, incluyendo aquellos que pudieran asociarse al nuevo subtipo de influenza tipo A.