De acuerdo a los datos del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal, uno de cada siete nacimientos (15.7%) ocurridos en los últimos tres años, son de adolescentes de 15 a 19 años, edad en la que el embarazo representa un problema de salud para las mujeres jóvenes y su producto, además de que tiene repercusiones económicas para la madre, e implica menores oportunidades educativas o el abandono de sus estudios.
Los cambios en materia de salud que permitieron la interrupción legal del embarazo en la Ciudad de México desde abril del 2007, han puesto sobre la mesa muchos otros temas en materia de prevención en salud reproductiva, es el caso de la “anticoncepción de emergencia”.
De acuerdo con Josué León Merlos, especialista en Medicina Farmacéutica, este método, conocido también como “la píldora del día siguiente”, contiene una sal denominada levonorgestrel, cuyo mecanismo de acción es evitar la liberación del óvulo desde el ovario, si es que no ha habido ovulación, si la hubo, modifica entonces, la densidad del moco cervical, impidiendo el paso de los espermatozoides al útero, evitando así la fecundación. Estudios recientes desde el año 2000 indican que este tipo de medicamentos no modifica el endometrio, por tanto, no es de ninguna manera, considerado un método abortivo.
El proceso tras una relación sexual es el siguiente: Tras la eyaculación del hombre, los espermatozoides tienen que esperar en las vías genitales femeninas entre 1 y 5 días hasta que se produce la ovulación, mientras tanto son sometidos a adaptaciones que les permiten desarrollar su función fertilizante, es decir, el espermatozoide no se une con el óvulo inmediatamente después del coito, sino hasta que está debidamente capacitado para ello. El óvulo, por su parte, no sobrevive más de 24 horas una vez liberado, de manera que en condiciones normales, sólo hay 6 días fértiles a lo largo del ciclo menstrual de la mujer, es decir, el embarazo sólo es posible si el coito se lleva a cabo 5 días antes (8 de cada 10 embarazos) o el mismo día (2 de cada 10 embarazos) de la ovulación, explicó el especialista.
Además, de manera natural, aproximadamente uno de cada cuatro óvulos fecundados tiene capacidad de implantarse, siendo éste un proceso que se inicia entre 8 y 11 días después de la ovulación. La efectividad al implantarse dentro de las siguientes 72 horas, puede llegar hasta el 91% de acuerdo a datos de la Agencia Federal de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos de Norteamérica (FDA), posterior a esto, puede haber disminución de la efectividad (83% al 4º día y 31% al 5º día). Cuando se ha tenido una relación sexual si protección y la mujer se encuentra en días fértiles y no desea un embarazo, es necesario que acuda a su servicio de salud o recibir orientación de expertos, a fin de que le indiquen como administrarse la píldora del día siguiente.
Cabe recordar que la anticoncepción de emergencia está incluida en la Norma Oficial Mexicana de Servicios de Planificación Familiar (NOM-SSA2-005-1993) y en el Cuadro Básico de Medicamentos de la Secretaría de Salud, por lo que es totalmente segura. La Organización Mundial de la Salud, ve la anticoncepción de emergencia, como una alternativa ante los casos de violencia sexual (los cuales involucran muchas veces a menores) o violación.