El panorama general para las mujeres durante su embarazo y parto es de desinformación sobre sus derechos y posibilidades respecto a los diferentes métodos de nacimiento, de trato despersonalizado y autoritario.
El Secretario para la Promoción de los Derechos Humanos e Incidencia en Políticas Públicas de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Gerardo Sauri Suárez, dijo lo anterior al sumarse a la X Semana Mundial por el Parto Respetado.
Además, dijo, de que se les programa la atención de acuerdo a la demanda y a las presiones de los hospitales, que casi siempre están saturados, sobre todo en ciudades como la de México.
Señaló que el silencio durante el parto no es una exquisitez, ni una exigencia de derechos de las mujeres informadas; es una garantía para atender otra agenda importante de derechos humanos, entre la que se ubica como el interés superior de niñas y niños y el principio para su supervivencia y desarrollo.
“Se trata de que niñas y niños vivan, pero bien, y que alcancen el máximo de sus capacidades de desarrollo. Generar estos procesos de silencio durante el parto, es una garantía para que desde los primeros momentos de vida este principio pueda ser cumplido”, reiteró.
La CDHDF acompaña la agenda del parto humanizado, explicó Sauri Suárez, porque es fundamental en los derechos humanos de las mujeres, de su derecho a decidir sobre su propio cuerpo, que junto con el de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), son derechos de vanguardia en la ciudad de México
Sauri Suárez advirtió también sobre la necesidad de reducir en 75% la mortalidad materna, antes de 2015; así como lograr el acceso universal a la atención de la salud reproductiva
De acuerdo con un Informe de Naciones Unidas presentado en 2011, 45% de las mujeres en América Latina continúan llevando sus embarazos y partos sin ningún tipo de asistencia médica, porcentaje que se incrementa en las zonas rurales: “El embarazo sigue acarreando grandes riesgos para las mujeres”.
A los Objetivos del Milenio se suman también otros ejes transversales como el parto humanizado, agregó, a través de un mayor poder de negociación y control sobre su salud; así como cesar prácticas peligrosas para el niño y la madre, lo que incluye las cesáreas innecesarias en los hospitales públicos de México, que alcanzan hasta 38%.
Al respecto, mencionó los términos de la Recomendación 15/2012, sobre 15 casos en los que la CDHDF acreditó violaciones a los derechos humanos de mujeres y sus hijos, en 17 casos por autoridades de diferentes hospitales capitalinos.