El aumento en las temperaturas y las actividades cotidianas, como el hacer deporte o desplazarnos en los diferentes medios de transporte, son factores que intervienen en el desgaste del cuerpo, el calor y por consecuencia el sudor de nuestro organismo puede reflejar el estado en el que se encuentra nuestro cuerpo.
Aunque no tengas sed, si hace calor puedes estar deshidratado, presta atención a los siguientes síntomas de deshidratación: piel seca a irritada, picor de ojos, dolor de cabeza, debilidad, cansancio, dificultad de concentración, sensación de preocupación, náuseas y mareos, calambres musculares, además del aumento en la temperatura corporal.
Las personas que son más vulnerables a las altas temperaturas son: los niños, mujeres embarazadas, personas de la tercera edad, enfermos crónicos, trabajadores al aire libre y deportistas.
La recomendación de mantenerte hidratado es para evitar el golpe de calor insolación, estados de desgaste del cuerpo que pueden complicar tu estado de salud, así que tome las siguientes precauciones: Bebe agua antes de sentir sed, incluso se recomienda beber en pequeñas cantidades cada poco tiempo, ingiere alimentos ricos en agua como las frutas y verduras, evita el consumo de alcohol, no te expongas al sol innecesariamente, utiliza ropa y telas frescas.