La especialista en Dermatología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Ana Rosa Alvarado Rivas, señaló que la enfermedad de Darier requiere queratolíticos suministrados por dermatólogo.
Indicó que el órgano más grande del cuerpo, la piel, puede ser afectado por la enfermedad de Darier; definida como genodermatosis, es decir, un proceso congénito que generalmente está determinado por herencia.
Comentó que se caracteriza por múltiples pápulas milimétricas, granitos pequeños que pueden dar aspecto áspero y reseco a la piel, al mismo tiempo que un ligero engrosamiento de la misma.
Destacó que las lesiones, por lo general, se distribuyen en áreas específicas como: el cuello, parte alta de la espalda, piel cabelluda, dorso de mano, también puede ser observada en pliegues como ingles, parte interna de codos.
Detalló que el área afectada es extremadamente seca, se tapan los poros provocando un tipo de descamación, por lo cual la piel se torna gruesa y áspera (hiperqueratosis).
Esta alteración suele aparecer desde el nacimiento, aunque eventualmente se expresa a los cinco o seis años, pero es importante iniciar el tratamiento desde etapas muy tempranas, sobre todo, porque tiende a hacerse crónica y tener su manifestación más florida entre el primero y segundo decenios de la vida.
El hecho de ser un padecimiento congénito, esto es, con el cual se nace debido a una predisposición genética, no es posible hablar ni de prevención ni de cura, y sin el cuidado adecuado, a edades avanzadas los periodos de malestar y mejoría que aparecen alternadamente a lo largo de la vida de estos pacientes, suelen ser más severos.
Para su adecuado control, dijo, existen dos tratamientos, uno tópico, aplicado sobre la piel afectada, y el otro sistémico, que incluye fármacos, seleccionar uno u otro dependerá de la severidad de las lesiones, explicó la experta.
El tratamiento tópico consiste en queratolíticos, sustancias para disminuir el grosor de la piel afectada, mientras que a nivel sistémico se administran fármacos por periodos cortos de máximo cuatro meses.
Cabe señalar, que dicha enfermedad no es muy frecuente, pues uno de cada 100 habitantes la padecen y cuando esto sucede, tienen un 25 por ciento de probabilidad de heredarla a su descendencia.
Añadió que los factores que empeoran este síntoma son: rascarse, no tener lubricación suficiente, exponerse a los rayos de sol de manera prolongada, la sudoración y el estrés.
Por último, subrayó que no hay nada mejor que bañarse con jabón cremoso, lubricarse mucho, pero sobre todo, no rascarse ni tallarse, para controlar esa afección.