Reforman Ley General de Salud en pro de la lactancia materna

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La lactancia es cada vez un acto menos realizado. De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2011 menos de 42 por ciento menores de 6 meses fueron alimentados sólo con leche materna; dicha organización recomienda alimentar a los menores desde la primera hora de nacidos y hasta

los seis meses con leche materna y hasta los dos años como alimento complementario.
Cada minuto nacen cuatro niños en nuestro país, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La senadora Maki Esther Ortíz Domínguez, Presidenta de la Comisión de Salud, señaló que en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2012 se incentivó la lactancia materna como parte de las políticas en salud, esto a partir de que la media de lactancia es 10.2 meses.
Dijo que es prescindible que las madres conozcan este método de alimentación en beneficio de la salud de los infantes y de la misma economía donde no se adquieren formulas lácteas a excepción de los casos que así lo requieran.
De cada 100 niños, dos mueren antes de cumplir el año de vida de los cinco mil 170 nacidos; al día 115 mueren antes de la edad señalada, lo que significa a 10 mil 925 infantes fallecidos antes de este primer año de vida.
Asimismo la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición destaca que al año más de 28 mil infantes menores de cinco años fallecen, poco más del 40 por ciento tienen menos de un año; enfermedades como diarrea y respiratorias son las más comunes.
Advirtió que activar la práctica de la lactancia disminuiría la mortalidad infantil, e incentivar los beneficios para madre e hijo, en especial para los niños, a quienes les ayuda en el proceso digestivo, combate enfermedades, refuerza el sistema inmunológico con la ingesta de proteínas, grasas y nutrientes necesarios para el buen desarrollo del recién nacido.
En el Senado se reformó la Ley General de Salud para que en instituciones públicas y privadas se tengan espacios higiénicos y dignos para realizar la extracción de la leche materna y sea guardada hasta el fin de su jornada laboral.
En cumplimiento con esta reforma, en el Congreso se ha instalado un sitio donde las madres en lactancia tengan este espacio para practicar esta acción en beneficio de sus hijos.
En su momento, la senadora Gabriela Cuevas Barrón señaló que es lamentable que México no participara en la semana Mundial de la Lactancia, ya que hay "mujeres de talento, de trabajo mujeres que hoy se están haciendo responsable de una de cada cuatro familias en nuestro país, una de cada cuatro mujeres se están haciendo de su hogar y en el Distrito Federal, una de cada tres".
Por ello, aseguró- es importante que México se sume a estas instancias y hacerlo visible con promoción y respeto a las mujeres.
En su oportunidad, Isabel Crowley representante de la Unicef en México, remarcó la importancia de llevar una cultura en favor de la lactancia materna.
Alimentar al recién nacido con leche materna -dijo- es la manera más eficaz y económica de darle al bebé los nutrientes necesarios para el reforzamiento de su sistema inmunológico, lo que previene enfermedades e infecciones.
Asimismo disminuye las probabilidades de padecer obesidad, desnutrición y diabetes, ya que aumentan en 14 veces las posibilidades de sobrevivir los primeros seis meses de vida a diferencia de los bebés que no son amamantados.
José Ignacio Ávalos, presidente fundador de la organización Un Kilo de Ayuda, hizo un llamado a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para que dentro de la Cruzada Nacional Contra el Hambre se especifique un apartado referente a este tipo de alimentación; así también instó al Poder Legislativo para promover el derecho de las madres trabajadoras.
Cabe señalar que la OMS acota que de cuatro mil 97 niños, sólo una tercera parte de los recién nacidos son alimentados desde la primera hora de vida.
Lo anterior implica que la lactancia ha disminuido considerablemente en nuestro país; en 2006 fue 17.3 por ciento en zona urbanas contra 12.7 por ciento en 2012; mientras 36.9 puntos porcentuales en zonas rurales y en 2006 contra un 18.5 por ciento en 2012.

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