De manera general, a nivel mundial, 1.9 millones de muertes son atribuidas al sedentarismo de acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS); de acuerdo a información del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el sobre peso es el estado previo a la obesidad.
Esta enfermedad es el almacenamiento de grasa en distintas zonas del cuerpo. Así también es la causa de diversas enfermedades, tales como accidentes cerebro y cardiovasculares, hipertensión, diabetes, entre otras.
La hipertensión, es una enfermedad en la que la presión de la sangre bombeada por el corazón tiene un rango mayor a 140/90. Las mediciones que se realizan son la presión sistólica -aquella que se produce en las arterias cuando late el corazón- y la segunda, la presión diastólica - registrada cuando el corazón descansa entre latidos-.
Este mal es silencioso, de ahí que también se le conozca como "la muerte silenciosa", ya que no presenta síntomas de elevación en la presión.
Esta enfermedad, de no controlarse, afecta el corazón y riñones-los cuales se cubren de una capa de grasa-, además de aumentar el riesgo a padecer un accidente cerebral como un derrame. La mitad de la población adulta padece de esta enfermedad y un gran porcentaje lo desconoce.
Las condiciones son propicias dado que, de acuerdo con la OMS, la ingesta de productos con grasa, azúcares, sal y mínimo tiempo de ejercicio incrementan la posibilidad de sufrir alguna de estos males. Cabe destacar que según cifras de esa institución, un aproximado al 12 por ciento de la población mundial tiene problemas de obesidad.
Los hombres son quienes más padecen de obesidad con un 45 por ciento contra un 38 por ciento por parte de las mujeres. Las razones por las que la obesidad contribuye a la presión arterial alta son debido a una resistencia a la insulina, aumento del gasto cardíaco, alteración del metabolismo, entre otros factores.
Como ya se manifestó, la obesidad es la -de acuerdo a los médicos un factor originario de diversos padecimientos; una adecuada alimentación permitiría reducir las consecuencias de ambas, como lo es una buena alimentación, ejercicio, ingesta de agua ochoc a diez vasos de agua en lugar de jugos o aguas de sabor, así también como alimentos chatarra o de comida rápida.
De preferencia los alimentos deberían de cocinarse a la plancha o sin grasa; disminuir la cantidad de sodio en ellos ayuda a mantener una presión controlada y evita que al ingerir agua, esta se absorba de más en el cuerpo. Finalmente reducir las cantidades de porciones y consumir más frutas y verduras de manera balanceada ayuda en una dieta adecuada.
El ISSSTE señala una serie de acciones que debemos evitar para ser propensos a la obesidad y por consiguiente a la hipertensión. De preferencia se deben de realizar de cuatro a cinco comidas al día, evitar ayunos prolongados, realizar alguna actividad física al menos 30 minutos diarios y no consumir bebidas embriagantes.
La OMS señala que anualmente 2.8 millones de personas mueren en el mundo a causa de sobrepeso u obesidad. Cabe destacar que después de la diabetes, los padecimientos cardíacos y los accidentes cerebrales, son las enfermedades de mayor riesgo de desarrollar debido al incremento corporal y malos hábitos.