Científicos y profesionales de la salud coincidieron en la necesidad de impulsar modelos alternativos que cambien las conductas alimentarias y de activación física, para atender con éxito el problema de sobrepeso y la obesidad que enfrenta México.
Al término del simposio “Cambio de Conductas” de la Serie Científica Latinoamericana, se concluyó que factores socioculturales asociados al acto de comer, el desconocimiento de la población sobre sus hábitos y la ausencia de coordinación entre gobierno, industria, sociedad y academia impiden la adopción de hábitos saludables.
Ante esa situación, los más de 200 especialistas que participaron en el encuentro, propusieron cinco soluciones avaladas por el Comité Científico que organizó el simposio, presidido por Arturo Torres y Gutiérrez Rubio, que pueden contrarrestar esta realidad que amenaza la salud y el bienestar de la población.
Destacaron que hay un desconocimiento casi generalizado sobre el impacto que los hábitos cotidianos tienen en la calidad de vida, y la falta de reflexión individual sobre conductas alimentarias y de actividad física.
Hay un vínculo emocional asociado a la comida y con elementos culturales relacionados con el acto de comer en la región, lo que provoca falta de conciencia sobre la calidad y la cantidad de alimentos que consumimos, lo que a la postre deriva en problemas de obesidad, advirtieron.
Ante tal panorama, plantearon soluciones concretas para promover el cambio a través de la adopción de hábitos saludables que aumenten la calidad de vida y reduzcan la presión que han generado las enfermedades crónico-degenerativas asociadas al sobrepeso y el sedentarismo sobre los sistemas de salud.
Sostuvieron que en primer lugar, el cambio es posible desde el empoderamiento del individuo como promotor de hábitos saludables, es decir, cada persona debe conducir su transformación con la guía de los profesionales de la salud.
En segundo lugar, indicaron que para promover hábitos saludables es más efectiva una educación integral que la prohibición, ya que las iniciativas restrictivas han demostrado poca efectividad.
Como tercera propuesta dijeron que es necesario fortalecer la coordinación entre gobierno, academia, industria, organizaciones civiles y sociedad, a fin de lograr el bienestar deseado.
En cuarto sitio, sugieren diseñar modelos integrales que tomen en cuenta los aspectos socioculturales de las comunidades para incidir positivamente en sus conductas cotidianas.
En quinto y último lugar, recomendaron encontrar enfoques interdisciplinarios, transdisciplinarios y multidisciplinarios que permitan abordar el problema de la obesidad y el sedentarismo de forma integral.