El físico británico Stephen Hawking respaldó el derecho de los enfermos terminales a elegir acabar con sus vidas y recibir ayuda para hacerlo siempre que se cumplan todas las salvaguardas.
Hawking, postrado en una silla de ruedas, fue diagnosticado de enfermedad neuromotora a los 21 años, cuando le dijeron que le quedaban dos o tres de vida. Ahora, con 71 años, es uno de los científicos más importantes del mundo, conocido especialmente por su trabajo sobre los agujeros negros y como autor del éxito internacional A Brief History of Time.
En declaraciones realizadas antes del estreno de un documental sobre su vida esta semana, Hawking dijo que apoyaba el derecho a morir, pero sólo si la persona afectada había elegido esa opción.
Recordó cómo una vez le pusieron en un respirador tras sufrir una neumonía y su mujer tuvo la opción de apagar la máquina, pero no era algo que él quería.
"Creo que quienes tienen una enfermedad terminal y sufren grandes dolores deberían tener la opción de elegir poner fin a sus vidas, y aquellos que les ayuden deberían quedar libres de ser juzgados", dijo.