En México hay 250 mil especies de hongos, de las cuales se conoce sólo el cuatro por ciento. Del total, la población consume más de 350 que crecen de manera silvestre y se adquieren crudas o cocinadas en mercados tradicionales.
Se calcula que existen 1.5 millones de variedades en el mundo, convirtiéndose en el segundo grupo biológico más diverso del planeta.
A diario nos beneficiamos de estos organismos al consumirlos como champiñones o utilizarlos como medicina, comidas, bebidas fermentadas, combustible, herramienta de trabajo, juguetes, pesticidas, pigmentos, ornamentos y cosméticos.
Mohos, levaduras y setas se localizan en todos los ecosistemas del planeta, donde contribuyen a la formación de suelos y al reciclaje de nutrimentos y se asocian con las raíces de las plantas, al estimular su crecimiento.
El descubrimiento de los antibióticos a partir de sustancias encontradas en estos organismos, revolucionó la medicina e incrementó la esperanza de vida de la humanidad.
Tienen gran capacidad de producir metabolitos con propiedades terapéuticas y efectos antimicrobianos, antifúngicos, antitumorales, antivirales, antinflamatorios, antioxidantes y antihipertensivos, entre otros.
En sopas, platillos preparados o quesadillas son un complemento de la dieta, al aportar aminoácidos, carbohidratos, vitaminas, minerales y fibra. Un estudio reciente reportó que 217 son utilizados en la medicina tradicional mexicana. Gran parte de la gente en las ciudades no conoce su importancia, a pesar de estar presentes en diversos ámbitos de su vida cotidiana.
Para difundir su relevancia, difundir el conocimiento científico y tradicional y sensibilizar sobre la riqueza de las especies existentes en el país, se organizó la XV Exposición Nacional de Hongos México y su Diversidad Fúngica, de la cual el Jardín Botánico del Instituto de Biología (IB) de la UNAM fue sede.
La presentación fue organizada por la Sociedad Mexicana de Micología (SMM) y el Grupo Interdisciplinario para el Desarrollo de la Etnomicología en México (GIDEM), con apoyo de la instancia universitaria, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (SEDEREC) del Gobierno del Distrito Federal.
En el Distrito Federal se consumen más de 79 especies de hongos silvestres en pueblos aledaños a zonas boscosas de la ciudad, que representan uno de los principales puntos de acopio de variedades silvestres provenientes del Estado de México, Puebla, Tlaxcala y Morelos.
El alimento se vende en la temporada de lluvias en los mercados de Jamaica, Coyoacán, San Ángel, Xochimilco, Cuajimalpa, Milpa Alta, Tacuba, Tláhuac, Mixquic, Magdalena Contreras y la Central de Abastos, principalmente.