Un grupo de expertos daneses emplearon células madre enriquecidas con injertos de grasa para mejorar los tejidos que se usan en cirugía reconstructiva.
Según la publicación especializada The Lancet, esta podría ser una alternativa para un gran aumento de tejidos, como la reconstrucción de la mama después de un cáncer, con menos efectos secundarios y mejores resultados estéticos.
Durante el estudio, los voluntarios se sometieron a una liposucción para obtener el tejido adiposo de un lado del abdomen.
A continuación, los investigadores prepararon injertos purificados de grasa para cada participante, los cuales se inyectaron en la parte superior de los brazos, de estos uno estaba enriquecido con sus propias células madre y el otro no.
Los volúmenes inyectados fueron medidos por resonancia magnética inmediatamente después del trasplante y justo antes de que se retiraran a los 121 días.
Como resultado, los expertos mostraron que aquellos injertos tratados con células madre ofrecían mejores resultados en términos de supervivencia.
En la actualidad, cada vez más se utiliza la propia grasa del individuo para aumentar el volumen de grasa en otras áreas del cuerpo mediante la cirugía reconstructiva.
Sin embargo, los resultados no han sido muy buenos ya que gan parte del tejido trasplantado no sobrevive.
En el procedimiento conocido como lipofilling, la extracción de la grasa se realiza con cánulas especiales y con una técnica muy cuidadosa para evitar romper los adipocitos, las células que acumulan la grasa.
La grasa extraída se somete a un proceso de limpieza para infiltrar solamente los adipocitos vivos y que podrán permanecer en el tejido.