En los hospitales psiquiátricos del país se carece de trato digno, legalidad y seguridad jurídica, así como de protección a la salud e integridad personal para los pacientes, confirmó un estudio que recibió la Cámara de Diputados de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Durante los años 2011 y 2012, el ombudsman nacional efectuó visitas de supervisión a 41 hospitales que brindan atención intrahospitalaria situados en 25 estados del país y el Distrito Federal, y se detectó que la capacidad instalada en estos sanatorios asciende a cuatro mil 9 camas censables.
Del total, 777 se encuentran en hospitales que dependen del gobierno federal, cuya población asciende a 669 pacientes internados, de los cuales 371 son hombres y 252 mujeres, así como 46 menores, 22 de ellos mujeres y 24 hombres, se agrega en el “Informe especial sobre los hospitales psiquiátricos que dependen del gobierno federal y estados de la República Mexicana”.
Refiere además que en los establecimientos bajo la competencia de los gobiernos estatales existen tres mil 232 camas, con una población de dos mil 474 pacientes, entre los cuales se encuentran mil 278 hombres y mil 187 mujeres, así como nueve menores, cuatro de ellos hombres y cinco mujeres.
La CNDH resaltó que de la información recabada durante las visitas, se advierte la existencia de hechos que contravienen diversas normas nacionales e internacionales en materia de derechos humanos, en agravio de las personas con padecimientos mentales internos en los hospitales psiquiátricos del país, relativos al trato digno, legalidad y seguridad jurídica, protección de la salud e integridad personal.
Puntualizó que la inexistencia de establecimientos para albergar a pacientes crónicos que no cuentan con familiares; instalaciones inadecuadas, insalubridad, mala alimentación; falta de vestido y calzado; restricciones en la comunicación con el exterior; omisión de notificación al Ministerio Público sobre los ingresos involuntarios como ordena la Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA2-1994 y falta de reglamentos y manuales, advierten violaciones a los derechos humanos relacionados con trato digno, legalidad y seguridad jurídica.
Los visitadores del organismo encontraron además irregularidades en el registro de pacientes y en el consentimiento informado; falta de personal médico; deficiente prestación del servicio, equipo y abasto de medicamentos; insuficiente personal de seguridad, y falta de capacitación en materia de derechos humanos.
También detectaron inexistente clasificación de los pacientes; ausencia de modificaciones y adaptaciones para el desplazamiento de personas con discapacidad física, así como negativa de servicio a las personas que viven con VIH/Sida, restringen el acceso a la protección de la salud y generan actos contrarios a la dignidad, en contra de las personas que padecen dichas afecciones de salud.
Por todo ello, la CNDH planteó promover las acciones pertinentes para que en el Distrito Federal, así como en los estados de Morelos, Nayarit, Guerrero, Querétaro, Quintana Roo y Tlaxcala, operen unidades hospitalarias médicos-psiquiátricas, así como centros de atención especializada para personas con discapacidad psicosocial, ya que esto impide a las autoridades garantizar el derecho a la protección de la salud de las personas con padecimientos mentales.
Demandó evitar cualquier clase de abuso en agravio de las personas internas en los hospitales psiquiátricos, así como sensibilizar al personal sobre los límites en el ejercicio de su empleo, cargo o comisión, y la responsabilidad legal que resulta al cometer, instigar o consentir cualquier tipo de abuso.
Consideró necesario evaluaciones periódicas de los requerimientos de cada hospital para gestionar la asignación de los recursos que satisfaga las necesidades básicas de los pacientes hospitalizados, relacionadas con la estancia, alimentación, vestido y calzado.
De igual manera sugiere dotar a los hospitales psiquiátricos de personal médico y de seguridad, medicamentos, instalaciones y equipo indispensables para la realización de actividades preventivas, curativas y de rehabilitación, que incluyen la terapia familiar y campañas de prevención de enfermedades dirigidas a los usuarios hospitalizados.
Planteó que el personal médico, paramédico, de trabajo social, y en general aquel personal que esté en contacto directo con los pacientes y que labora en los hospitales psiquiátricos, reciba periódicamente cursos de capacitación sobre derechos humanos, así como de prevención de tratos crueles, inhumanos o degradantes.
A efecto de evitar abusos en los hospitales psiquiátricos, la CNDH propuso establecer criterios específicos para ubicar en diferentes áreas o secciones a los pacientes de acuerdo a sus características. De igual modo, se debe garantizar el servicio de atención psiquiátrica a los pacientes con padecimientos o discapacidad mental que viven con VIH/Sida.