Algunas encuestas como la Nacional de Salud y Nutrición 2012 señalan que en los últimos años la obesidad infantil ha repercutido con mayor incidencia en infantes que se encuentran en el rango de entre 5 y 11 años de edad. Con ese antecedente, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis
Potosí (UASLP) realizaron un estudio entre 871 niños y adolescentes, orientado a esclarecer el impacto en la salud que podría implicar el hábito de ver televisión (TV).
Los investigadores que llevaron a cabo ese estudio observaron que la frecuencia de horas que pasan los niños potosinos frente al televisor es de 1 a 2 horas promedio por día; en tanto que las niñas observan TV por más de tres horas. En contraste, la mayoría de infantes efectúan ejercicio aeróbico tan solo dos horas por semana.
Los científicos mexicanos encontraron una asociación significativa entre la presencia del síndrome metabólico y el número de horas que los niños pasan frente al televisor, ese factor coincide con el reporte de otros estudios realizados previamente en Europa. Pero entre los resultados de la investigación mexicana trascendió la posibilidad de que aparezca el síndrome metabólico en niños que ven televisión hasta siete horas diarias es tres veces más elevada que en aquellos infantes que no tienen ese hábito.
Por otro lado, los científicos encontraron una relación entre la proliferación de resistencia a la insulina y el tiempo que dedican los niños a ver televisión. Esto sucede con más frecuencia entra las niñas que, de acuerdo con el estudio, observan por más tiempo la TV que los varones.
“Se concluye también que el riesgo de resistencia a la insulina es mayor en un 33 por ciento, y la aparición del síndrome metabólico en un 27 por ciento, entre los niños que observan televisión durante un tiempo prolongado, en comparación con quienes no tienen ese hábito”, señalaron los investigadores.
Los expertos de la UASLP destacan que estudios de este tipo son relevantes debido a que la incidencia de obesidad y diabetes entre menores de edad es un hecho cada vez más frecuente que se presenta a edades más tempranas. “Es de gran importancia realizar estudios en población infantil, con el fin de encontrar herramientas que nos ayuden en el diagnóstico prematuro de enfermedades cardiovasculares y degenerativas como la diabetes mellitus”, aseguraron los expertos de la casa de estudios potosina.
Además, los investigadores destacan que los riesgos del desarrollo de enfermedades cardiovasculares y del metabolismo pueden ser inhibidos cuando se trata de modificaciones de conducta, como el cambio de los hábitos de sedentarismo.