DF, entre los primeros lugares de muerte por cáncer de mama

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El Distrito Federal con 20.66 muertes por cada 100 mil mujeres de 20 años o más, es una de las tres entidades más afectadas por el cáncer de mama en el país, las otras dos son Chihuahua con 20.71 y Coahuila con 20 muertes por cada 100 mil mujeres de 20 años o más, señalan cifras del INEGI.

Tan solo en la década pasada, del 2001 al 2010, murieron en la capital del país 12 mil 350 mujeres a causa de cáncer, siendo el de mama el más agresivo con 64.74 muertes; que desplazó en incidencia y mortalidad al cérvicouterino con una tasa de 48.28 fallecimientos y al de próstata en varones, con 32.95 por cada 100 mil habitantes, reportaron las autoridades de salud capitalinas.  

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer más frecuente entre las mujeres es el de mama, que a nivel mundial representa 16 por ciento de todos los cánceres femeninos. Se estima que cada año se detectan 1.38 millones de casos nuevos.

La OMS prevé que entre el 2007 y el 2030 aumentará 45 por ciento la mortalidad por cáncer a nivel mundial y que, durante el mismo periodo, el número de casos nuevos de cáncer se elevará 35 por ciento.

Datos del Sector Salud señalan que el cáncer de mama es la principal causa de hospitalización entre las mexicanas, pues afecta principalmente a las mujeres de 60 a 64 años y a las de 50 a 59 años (158 y 156 de cada 100 mil mujeres de cada grupo de edad, respectivamente). La segunda es el cáncer cervicouterino, que ubica su tasa más alta entre mujeres de 65 a 74 años de edad (53 casos de cada 100 mil mujeres de ese grupo), le siguen las mujeres de 50 a 59 años (51 de cada 100 mil). El cáncer de colon ocupa el tercer puesto en incidencia y es en mujeres de 65 a 74 y de 75 a 79 años donde se concentran las tasas más altas de hospitalización (28 casos de cada 100 mil mujeres de cada grupo de edad).

“El problema de salud se complica y extiende a lo económico ya que, por lo regular es difícil prever los gastos derivados del padecimiento, como son los personales como alimentación especial, medicinas, transportación, enfermera o un familiar que cuide al enfermo sin percibir ingresos, entre otros varios.

Respecto a las cifras de mortalidad en mujeres, datos del Sector Salud publicados por el INEGI en 2012 señalan que los aumentos más altos de las tasas se ubicaron en cáncer de mama y cervicouterino; el primero pasó de 15 muertes por cada 100 mil mujeres de 40 y 49 años, a 27 casos entre las de 50 y 59 años, y alcanzó 66 fallecimientos por cada 100 mil mujeres de 80 años y más. Para el cáncer cervicouterino, pasó de 10 muertes por cada 100 mil mujeres de 40 a 49 años, a 30 de cada 100 mil de 65 a 74 años, hasta llegar a 55 defunciones en las mujeres adultas mayores de 80 años y más.

De acuerdo a los datos presentados, los tumores malignos que degeneran en cáncer de mama y cérvicouterino, se presentan más en mujeres adultas jóvenes (de 20 años de edad en adelante); y entre los varones los de próstata o cerebro vasculares se presentan a edades más avanzadas (a partir de los 50 años de edad); aspectos a considerar por el impacto que tiene la detección oportuna, tratamiento y calidad de vida.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2012 señala que, de los 28.42 millones de hogares en México, casi la cuarta parte –7.16 millones– tiene una mujer jefa de familia, proporción que aumenta hasta cerca del 70 por ciento en el caso de los hogares de “madres solteras”. El 63.5 por ciento de estas jefas de familia tiene entre 30 y 59 años de edad, etapa en la que la mujer es muy productiva.

¿Cómo reducir el riesgo de cáncer de mama?

Los especialistas médicos recomiendan, además de acudir a consulta, para contribuir a la prevención del cáncer de mama: Controlar el peso, ya que el sobre peso aumenta el riesgo de contraerlo; suficiente y regular actividad física, al menos 150 minutos de actividad aeróbica semanal; amamantar a su bebé, con efecto protector tanto para la madre como para el hijo; así como la autoexploración para detectar a tiempo cualquier cambio en los pechos, como un bulto que no se había sentido antes o alteraciones en la piel.

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