El médico Fernando Pérez Barba dijo que caracterizada por la dificultad al pasar los alimentos, la disfagia es la manifestación de algún problema subyacente que puede ser desde una inflamación pasajera en la faringe o el esófago, hasta un cáncer en dichas estructuras.
El adscrito al Hospital General Regional 45 del IMSS en Jalisco añadió que la disfagia se acompaña de dolor e incomodidad y causa mucha inquietud al paciente que puede ser desde un infante hasta un adulto mayor.
Expresó que si bien el reflujo es con mucho el principal detonante de disfagia por la irritación e inflamación esofágica que causa, existen personas con afecciones neurodegenerativas como el Parkinson, la Esclerosis Múltiple.
Asimismo quienes han sufrido algún evento vascular cerebral como embolia o hemorragia, en los cuales la proclividad a presentar disfagia se incrementa notablemente.
Explicó que se trata de síntomas de dificultad al tragar y eventual dolor que llega a producir son sus principales características clínicas, es necesario realizar algunas pruebas para llegar a un diagnóstico preciso, sobre todo en lo que respecta a su origen o etiología.
Resaltó que entre los auxiliares diagnósticos, están el esofagograma, la videoendoscopía con toma de biopsia y otros más sofisticados como la videofluoroscopía que implica esta última, dar al paciente cierto tipo de alimentos y bajo el fluoroscopio grabar el tránsito de los mismos.
Precisó que en función de los hallazgos será el tratamiento que se administre a la persona y éste puede requerir de fármacos e incluso de cierto tipo de ejercicios específicos que ayuden a la deglución.
Pérez Barba aclaró que existirán casos tan severos en los que es necesaria una gastrostomía, esto es, una incisión en la región abdominal para administrar por esa vía la nutrición al paciente.
Subrayó que dada la multifactoriedad de la disfagia, es muy difícil hablar de prevención, pero, si se considera que el reflujo es su principal detonante, existen recomendaciones para evitar la aparición del mismo y éstas incluyen evitar el consumo de irritantes, como condimentos, alcohol y tabaco.
Así como ciertos medicamentos, sobre todo los antiinflamatorios y los analgésicos.
Es muy importante también identificar en fase incipiente esa sensación de dificultad al pasar los alimentos, porque en función de la oportunidad con que se detecte, se puede ofrecer al paciente una serie de alternativas que inclusive logren erradicar el malestar.
Destacó la importancia de no desatender la disfagia porque no tratada puede derivar en desnutrición de la persona ante la imposibilidad de consumir alimentos sean líquidos o sólidos, pero también le puede acarrear una broncoaspiración potencialmente mortal