Muchos adultos mayores que padecen hipertensión podrían recibir tratamientos menos agresivos, lo cual significaría una reducción en la cantidad de medicamentos que toman para controlarla, de acuerdo con recomendaciones difundidas el miércoles.
Un panel designado por el gobierno estadounidense formuló las recomendaciones después de una revisión de las investigaciones recientes, pero el gobierno no les ha dado su respaldo, y la Asociación Estadounidense del Corazón prevé publicar sus propias directrices el año próximo.
Los panelistas hicieron hincapié en que no modificaron la definición de la hipertensión: 140 sobre 90 para los adultos más jóvenes y para todos los adultos con diabetes o enfermedades renales. Pero dicen que los adultos mayores de 60 años no necesitan tomar medicamentos a menos que su presión arterial llegue a 150 sobre 90 o más.
El tratamiento demasiado agresivo puede provocar desmayos y caídas, según el panel, o efectos secundarios al combinarse con remedios para otras enfermedades.
Las recomendaciones, publicadas el miércoles en la revista Journal of the American Medical Association, se basan en la revisión de investigaciones rigurosas —en que los pacientes reciben al azar medicamentos o un placebo— publicadas desde la anterior actualización en 2003.
La investigación sugiere que los pacientes de mayor edad pueden evitar problemas graves de salud como ataques cardíacos, apoplejía y enfermedad renal aunque su presión sanguínea esté por encima del nivel recomendado actualmente, señaló el panel.
Muchos pacientes necesitan dos o tres fármacos —o más— para reducir la presión sanguínea. Muchos adultos de mayor edad podrían reducir posiblemente sus dosis, o tomar menos remedios, para alcanzar el nivel menos estricto, dijo el doctor Paul James, miembro del panel e investigador en la Universidad de Iowa.