La falta de atención oportuna y adecuada de la hiperreactividad bronquial entre niños de cinco años y personas de la tercera edad puede desencadenar en asma, alertó Javier Gómez Vera, jefe del Servicio de Alergia del Hospital Regional Adolfo López Mateos.
El también profesor de posgrado de Alergia e Inmunología en la UNAM detalló que en México, dos por ciento de la población presenta hiperreactividad bronquial, padecimiento que constituye una de las principales causas de consulta en esos grupos de pacientes.
Dicho mal es la reacción exagerada del bronquio ante estímulos específicos e inespecíficos, comentó el maestro de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Entre los primeros se encuentran los ácaros del polvo, los pólenes y la caspa de gato que al estar en contacto con la persona, provocan broncoespasmos, explicó.
Los factores inespecíficos, en tanto, son factores irritantes en el ambiente como frío, tabaquismo, olores fuertes de solventes como el thinner o cloro, que ocasionan el cierre de los bronquios.
Quienes tienen hiperreactividad bronquial manifiestan sibilancias, estertores o ruidos anormales durante la respiración, además de tos nocturna irritativa, que puede o no desaparecer en el transcurso del día.
En un comunicado de la UNAM abundó que si ésta es constante y dura más tiempo, se asocia a un proceso infeccioso y el cuadro de hiperreactividad se complica.
Mencionó que con regularidad, los menores de cinco años que corren el riesgo de ser asmáticos sufren de hiperreactividad bronquial; el pronóstico se refuerza si esta sensibilidad con respuesta bronquial a diversos estímulos se presenta cuatro o más veces al año.
Gómez Vera hizo hincapié en que otro grupo de riesgo son los adultos que padecen asma, bronquitis, que son fumadores o tienen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), así como los adultos con más de 60 años de edad.