Ante las posibilidades de sufrir un infarto cardiaco, el cardiólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Juan José García Pinto, sugirió a la población atender los factores de riesgo.
Explicó que estas disminuyen tan sólo con un buen control de los niveles de azúcar y de la presión arterial.
Dijo que una persona conseguiría reducir así hasta en 30 por ciento el riesgo a sufrir un infarto cardiaco, el cual es la manifestación más representativa de la enfermedad obstructiva del corazón y es mortal hasta en la mitad de los casos.
El titular del servicio de Hemodinámica en el Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco, señaló que la aterosclerosis, es decir, la aparición de placas de grasa al interior de las arterias, es con mucho, el principal detonante de la enfermedad obstructiva cardiaca que finalmente llevará a la persona a sufrir un infarto.
Indicó que cuando un infarto ocurre, se desarrolla un daño en mayor o menor grado en el corazón “en ocasiones es mínimo y la persona ni cuenta se da que tiene una parte de su corazón infartada sino hasta que se somete a algún estudio”.
Añadió que la cicatriz que deja el infarto, que es la muerte del tejido, es irrecuperable y si la zona afectada es muy extensa, el corazón en un mecanismo de compensación, busca la manera de mantener su función.
“Por ello tiende a agrandarse, pero esto es peor porque su contractilidad es débil y la circulación sanguínea es insuficiente”, de ahí que en muchos casos las personas deben permanecer en reposo absoluto, advirtió.
Agregó que si bien la aterosclerosis es el precursor principal de taponamiento de vasos sanguíneos, existen otras causas como los embolismos o trombosis, así como la arteritis o inflamación de las arterias, la cual ocurre sobre todo en mujeres jóvenes.
Añadió que otro detonante de obstrucción de vasos, es el uso de drogas, en especial cocaína la cual es un vaso espasmódico que cierra las arterias, facilitando el desarrollo de infartos.
Destacó que en el servicio a su cargo se atiende un promedio anual de tres mil pacientes con enfermedad obstructiva cardiaca (EOC), quienes ameritan la realización de un cateterismo.
Detalló que el cateterismo cardiaco consiste en la introducción de un catéter especial con un balón en la punta el cual sirve para abrir el vaso obstruido y a la vez colocar un stent, es decir una prótesis al interior de la arteria para promover su permeabilidad y recuperar así una mejor circulación sanguínea.
Precisó que cada stent o prótesis tiene un costo de entre 20 y 26 mil pesos, cuando es medicado, es decir, con contenido de una sustancia que se libera para evitar que el vaso vuelva a obstruirse y por lo general cada paciente requiere dos.
Son cirugías de mínima invasión pero de un impacto mayúsculo porque logran evitar que el paciente se infarte, detalló el experto, quien indicó que esta unidad hemodinámica trabaja las 24 horas los 365 días del año, por lo cual es la de mayor productividad en el país.
Insistió que aunque el envejecimiento de las arterias es el principal detonante de obstrucción arterial, hay mucho por hacer en cuanto a la prevención y esto depende de cada persona.
“Equilibrar mejor la dieta se puede comer de todo pero con moderación y en función del desgaste energético individual; hacer ejercicio y evitar hábitos nocivos como las adicciones, esto contribuirá a evitar obstrucción arterial y el potencial riesgo a infarto que trae consigo”, expuso.