El especialista Martín Alette Oliva Gómez indicó que evitar el sobrepeso y la obesidad, así como mantener los músculos de las piernas fuertes, son factores que reducen el riesgo a desarrollar lesiones en meniscos.
El experto adscrito a la Unidad Médica de Atención Ambulatoria (UMAA) 52 del IMSS en Jalisco agregó que los meniscos son
estructuras ubicadas en las rodillas, cuya función primordial es dar estabilidad a esta articulación.
Dijo que la rodilla es la articulación que mayor peso soporta y es de las más utilizadas, “si bien tiende a sufrir desgaste por efecto del paso del tiempo a partir de la tercera década de vida, la obesidad facilita su deterioro, pero también puede ocurrir prematuramente en quienes practican deportes de contacto sin adecuada preparación física.
Expresó que el daño en meniscos es de los motivos más importantes de atención con el traumatólogo y la mayoría de los pacientes se ubican en edades por debajo de 35 años, “quienes han desarrollado la afección como consecuencia de actividades muy enérgicas que implican movimiento intenso y repetitivo de dicha articulación, sin omitir el levantamiento frecuente de objetos pesados”.
Manifestó que cuando alguno de los meniscos se rompe, “el dato más evidente es el dolor intenso que lleva al paciente a que de forma inconsciente, 'afloje' la articulación y con ello no tenga un adecuado apoyo”.
Señaló que el daño en el menisco puede ser tan importante que produce incapacidad para apoyar la pierna y hasta para caminar, “de ahí que hasta 90% de los casos requieren de intervención quirúrgica para su corrección”.
Afirmó que se trata de una cirugía artroscópica, que aunque es simplificada y de mínima invasión, “toma entre una hora y hora y media su realización”.
“En algunos casos, a partir de la primera o segunda semana posterior al evento quirúrgico, el paciente inicia un programa de rehabilitación física para agilizar su reintegración a las actividades cotidianas, la cual ocurre en promedio al mes o mes y medio”, precisó.
Comentó que pese a ser doloroso, “muchas personas hacen su vida normal, incluso deportes, aún con la lesión meniscal, y cuando se instauran los síntomas de inflamación, la rodilla se siente dolorosa y tensa por algunos días”.
Subrayó que sin tratamiento, un fragmento del menisco puede quedar libre, dando la sensación de que algo se desacomoda dentro de la articulación, además cuando la porción rota se coloca entre los dos huesos, interfiere el movimiento normal de la rodilla, y puede causar dificultad para su extensión.
Detalló que reposo, uso de antiinflamatorios y colocación de hielo para disminuir la inflamación, son algunas alternativas conservadoras para tratar las lesiones meniscales, pero si la molestia continúa la cirugía será necesaria.
Afirmó que es importante tener en cuenta que al mantener un peso adecuado “y evitar sobre ejercitar esta articulación, se puede aminorar el efecto de la degeneración y con ello un daño incapacitante”.
“Mantener fuertes músculos de muslos y piernas, como cuádriceps, bíceps crural, recto interno y los gemelos en su parte proximal, entre los más importantes, se puede aminorar el riesgo de lesión en los meniscos, y para lograr el fortalecimiento de éstos, es necesaria la asesoría de personal experto en educación física”, concluyó.