La ausencia de menstruación por periodos prolongados de hasta tres meses, descartando un embarazo, puede advertir sobre un trastorno conocido como falla ovárica, afirmó el especialista Juan Carlos Pérez Barba.
El titular de la Clínica de Climaterio, Menopausia y Osteoporosis del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco
explicó que ello podría ocasionar que mujeres jóvenes, menores de 40 años, concluyan su vida reproductiva al dejar de producir hormonas femeninas (estrógenos).
El titular de esta área médica adscrita al Hospital de Ginecoobstetricia señaló que las mujeres llegan a un estado similar a la menopausia de forma prematura, lo cual repercute severamente en el plano físico, sexual y emocional.
“De hecho los efectos en la baja producción de estrógenos son más severos en mujeres jóvenes que incluso de edad avanzada, debido a que sin tratamiento las afectadas permanecen varias décadas sin producir hormonas, por lo tanto es un descontrol que en términos normales no ocurriría, es como si de repente se apagara la luz”, dijo.
Detalló que orgánicamente, los efectos de la falla ovárica repercuten de forma importante, debido a que los estrógenos tienen la capacidad de proteger contra el desarrollo de diversas enfermedades e incluso afecciones cardiacas y cerebrovasculares.
Asimismo, explicó Pérez Barba, estas hormonas femeninas contribuyen a prevenir la llamada osteoporosis en donde al haber un importante desgaste de huesos se originan caídas y fracturas que pueden llegar a ser mortales.
“De ahí la importancia de detectar oportunamente el problema para ofrecer tratamiento tanto hormonal como preventivo dado que sin él, muchas mujeres pueden fallecer jóvenes”, indicó el especialista.
Indicó que son diversas las causas que pueden ocasionar falla ovárica, entre ellas el antecedente familiar, la ingesta de ciertos medicamentos como efecto secundario a quimioterapia, radioterapia y a algunos procedimientos como histerectomías (retiro de la matriz), o de quistes en donde pudieron quedar ovarios incompletos.
Aunado al aspecto físico, manifestó Pérez Barba, el impacto psicológico y emocional para una mujer joven que sufre falla ovárica es alto, por lo que en la Clínica a su cargo las pacientes reciben una atención multidisciplinaria.
Para ello “contamos en nuestra área con atención psicológica y psiquiátrica debido a que muchas pacientes llegan a requerirlo, sobre todo algunas que no alcanzaron a cumplir su función reproductiva, es decir que tenían intención de buscar un embarazo”, apuntó.
En este sentido, indicó que esto cada vez es más frecuente derivado de que en la actualidad muchas mujeres postergan la maternidad a edades mayores a los 30 años de edad.
En la Clínica de Climaterio, Menopausia y Osteoporosis se atienden aproximadamente 40 casos de mujeres con falla ovárica, al mes, lo que representa un 10 por ciento del total de pacientes que alberga esta área del Seguro Social.
Indicó que el tratamiento básicamente consiste en reemplazo hormonal si es que la paciente es candidata al suministro de estrógenos, andrógenos y progesterona. En caso de que no sea la opción más viable para ella se le brinda manejo preventivo para evitar complicaciones como infartos y desgaste óseo.
AMENORREA
La amenorrea es la falta de menstruación en una mujer. Se pueden clasificar en dos grandes grupos: amenorreas primarias y amenorreas secundarias. Las amenorreas primarias son aquellas en las que una mujer nunca ha menstruado, a pesar de haber alcanzado una edad en la que esto ya debería haber ocurrido, y que se establece entre los 16 y los 18 años como máximo; y las amenorreas secundarias son aquellas que le suceden por algún motivo a una mujer que hasta ese momento menstruaba con regularidad.
TIPOS
Las amenorreas se pueden dividir en amenorreas primarias y amenorreas secundarias, y cada uno de estos tipos de amenorreas se deben a diferentes causas.
Las amenorreas primarias son poco frecuentes. Podemos hablar de amenorrea primaria cuando al cumplir los 16 años una mujer no ha menstruado ni ha desarrollado caracteres sexuales secundarios (si tiene caracteres sexuales secundarios puede ser normal no menstruar hasta los 18 años).
Las amenorreas secundarias son mucho más frecuentes que las amenorreas primarias, sobre todo porque en este grupo se incluyen las amenorreas fisiológicas, es decir, las falta de menstruación en la mujer por causas naturales. La falta de menstruación de forma puntual en una mujer no es una amenorrea, sólo podemos hablar de amenorrea secundaria cuando falta la menstruación durante al menos seis meses seguidos en una mujer que antes ya había tenido la regla.
SÍNTOMAS
Obviamente, el síntoma principal de amenorrea es la ausencia de menstruación en la mujer. El resto de síntomas que presente puede orientar al médico hacia la causa de esa amenorrea (vómitos en el embarazo, por ejemplo).
Excepto en las situaciones fisiológicas, la amenorrea es una manifestación de una alteración hormonal subyacente y, en la mayoría de los casos, la supresión de estrógenos y progesterona es la clave del problema. Por ello, muchas mujeres sufren a la vez regresión de caracteres sexuales (disminución de las mamas, desaparición de vello…) y alteraciones metabólicas de importancia, siendo la más importante la osteoporosis. Por ello, en una mujer con una amenorrea prolongada se debe estudiar la densidad ósea de sus huesos, sea cual sea su edad.
Otros síntomas que en ocasiones acompañan a la amenorrea, aunque siempre dependen de la causa que haya provocado la falta de menstruación, son: sequedad vaginal, aumento o pérdida de peso importante, hirsutismo, galactorrea (cuando las mamas de una mujer que no está embarazada secretan leche materna), molestias abdominales cíclicas sin sangrado, dolor de cabeza.
TRATAMIENTO
Como hemos indicado, la amenorrea, en ausencia de embarazo, es un signo que indica la existencia de alguna alteración. Por lo tanto, el tratamiento será diferente según el motivo por el que la paciente presenta amenorrea, y se dirigirá a corregir el trastorno que ha motivado la ausencia de la menstruación. Así, si el problema se debe a un problema con la tiroides, al corregir esta anomalía la paciente volverá a menstruar con normalidad. Si se trata del síndrome de ovario poliquístico, o alguna otra alteración de tipo hormonal, el especialista establecerá el tratamiento adecuado para regular el ciclo menstrual.
La amenorrea también puede estar asociada a pérdidas importantes de peso o a obesidad, por lo que en estos casos es importante modificar los hábitos dietéticos inadecuados y adoptar una dieta equilibrada. Si se trata de un exceso de ejercicio físico, reducir su intensidad y duración puede ser suficiente para que la amenorrea remita.
En el caso de las jóvenes que sufran amenorrea primaria a causa de trastornos congénitos, en algunos casos se podrá resolver con fármacos o cirugía. En cualquier caso, si la adolescente llega a los 16 años sin que aparezca la regla y sin mostrar otros signos de pubertad, como el desarrollo de las mamas, se debe consultar al médico.