La mercadotecnia impresiona notablemente a las personas que desean bajar o controlar de peso, ya que los productos “light” afectan en gran medida a su metabolismo, afirmó la académica de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Reyna Cruz Bojórquez.
Aclaró que los productos bajos en azúcar y grasas son simplemente “una estrategia de la industria de los alimentos”, la cual gasta millones de pesos con tal de que su producto sea consumido por personas que desean evitar la obesidad.
Incluso, con “trampitas” publicitarias buscan atraer a más clientes, y se vales de programas necesarios como el combate a la obesidad, problema en el cual México ocupa uno de los primeros lugares a nivel mundial.
Expresó que reducen la ingesta de grasas pero no las elimina aunque las sustituyen con otras cosas.
Mencionó el caso de productos que utilizan grasas saturadas, las cuales, se pegan en las arterias, cuyo efecto es mínimo, mientras que hay otros que sustituyen las de origen animal por las vegetal, pero debido a sus componentes, son más dañinas.
Recomendó a las personas a cuidar su salud de otra forma, y la mejor es hacer ejercicio, es decir, hacer a un lado el sedentarismo y consumir jugos de frutas naturales, lo que ayudará en gran medida a “conservar la línea”.
“Los productos light son una estrategia de la industria para ofrecer productos con menos kilocalorías en bebidas o menos grasas, pro en realidad se trata de productos que sustituyen el azúcar con otros químicos”, acotó la especialista de la Unidad de Cardiometabólica de la Facultad de Medicina de la UADY.
Ejemplificó el caso de los edulcolorantes, los cuales, también generan implicaciones en el cuerpo o la salud.
“La persona que realmente quiere resultados efectivos, debe entonces consumir frutas y verduras, las cuales les permitirá realmente mantener una buena condición de salud”, subrayó.
“No es recomendable una bebida light que tiene edulcolorantes, porque tiene otras sustancias que no son benéficas para la salud, lo mejor es el agua de limón. El problema es que las personas creen que por ser light puede ser consumido indiscriminadamente”, agregó.
Advirtió que el consumo de dichos productos debe de ser moderado, y “siempre hay que privilegiar lo natural”.
Mencionó que la población debe de estar en alerta ante “las trampitas” que realizan las empresas con tal de promover sus productos, tal el caso de la industria láctea.
Tal como ocurre con la leche deslactosada, y el yogurt sin lactosa, donde la industria realiza diversos procedimientos para que el producto “sea más amable” con el organismo de algunas personas.
Irónicamente, en el caso del yogurt siempre está deslactosado, debido al procedimiento de industrialización siempre pierde la lactosa, pero “con esta frase, se vende más el producto”.