El especialista Miguel Escalante Pulido dijo que aspectos hormonales, metabolismo lento, así como embarazos y menopausia, predisponen a la mujer a padecer obesidad y sobrepeso, por lo que se recomienda fomentar una alimentación sana y actividad física incluso desde la niñez y la adolescencia.
El titular del departamento de Endocrinología del Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco agregó que “en términos generales, la mujer, por su distribución de grasa, tiende a tener más exceso de tejido adiposo, por cuestiones hormonales”.
“Son, incluso, funciones adaptativas porque la mujer debe tener ciertas reservas energéticas para algunas situaciones como el embarazo”, señaló.
Expresó que el Índice de Masa Corporal (IMC) para ser considerado normal no debe pasar de 25 tanto en mujeres como en hombres, en tanto que si es de 25 a 30 se considera en sobrepeso, mientras que de 30 a 40 se clasifica en estado de obesidad y si es mayor a 40 se establece como obesidad mórbida.
Comentó que debido a que las mujeres enfrentan mayor dificultad para mantenerse estables en un peso corporal, también pueden estar más propensas a presentar enfermedades como la diabetes y la hipertensión o Síndrome Metabólico sobre todo si existen datos de cintura grande.
“Las mujeres pueden tener esa distribución anormal de grasa en un porcentaje altísimo, esa que llamamos central (acumulada en el abdomen) y se considera que aproximadamente 60% de mexicanas en edad adulta tienen una medida superior a 80 centímetros de cintura, por lo que su riesgo de padecer síndrome metabólico es alto”, apuntó.
Manifestó que los varones pueden lograr pérdida de peso corporal hasta 20 por ciento más rápido que las mujeres, debido a que las féminas tienen un metabolismo menos acelerado.
Indicó que en el embarazo se presenta una mayor resistencia a la insulina, y el propio evento genera movilidad de grasa corporal y ganancia de peso, por lo tanto pueden enfrentarse a problemas de sobrepeso tras el periodo de gestación, aunado a que al llegar a la menopausia el bajar de peso resulta todavía más difícil.
Puntualizó que se debe prevenir la problemática de obesidad y sobrepeso a partir de la infancia, más aún si existen antecedentes familiares de personas con exceso de peso.
“La prevención, si existe ese antecedente genético de obesidad sobre todo en la mamá, o en tías, hermanas, familiares de primer grado, deben tener mucho cuidado con la alimentación en este sentido, y hacer ejercicio”, afirmó.
Resaltó que la mayor prevalencia de mujeres con obesidad mórbida que son atendidas en la Unidad Metabólica del Hospital de Especialidades del IMSS Jalisco son pacientes entre 35 y 40 años de edad.
Advirtió que posterior a los 30 años de edad el metabolismo suele desacelerarse cada vez más, por lo tanto resulta más complicado mantenerse en un peso adecuado.