El vínculo que une a una mujer que sufre epilepsia con su perro: “Aúlla antes de una convulsión y sé que tengo que recostarme”
A los 16 años comenzaron los síntomas. Keila Barral Masri tiene 34 años, epilepsia refractaria y convulsiona una o dos veces por semana. Siendo adolescente, comenzaron los síntomas: migrañas diarias, vómitos, mareos. Preocupada por su salud, comenzó un derrotero médico que siempre tuvo la misma respuesta: estrés, angustia y “males” de la juventud.