Los diamantes tienen fantásticas propiedades como su alta resistencia al desgaste y su dureza, lo que, unidos a su belleza, los ha convertido en el símbolo clásico del compromiso eterno. En un ámbito más práctico, esta piedra se utiliza desde mucho tiempo en el corte, perforación y pulido de otros materiales. Sin embargo, su pobre estabilidad térmica ha limitado estas aplicaciones. Puede que eso no le importe cuando mire su anillo de compromiso, pero en el ámbito de la industria juega un papel fundamental. Por este motivo, un grupo de investigadores de la Universidad Yanshan, en Qinhuangdao (China), ha intentado crear de forma sintética el diamante más fuerte del mundo. Y, según explican en la revista Nature, lo ha conseguido. Han desarrollado una joya artificial con propiedades mecánicas y térmicas sin precedentes, un diamante aún más resistente que los creados por la naturaleza.