La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Guardia Nacional (GN), sabían de la existencia y operación del
Crimen Organizado en el Rancho Izaguirre desde 2019 y que ahí se retenía, torturaba, asesinaba e incineraba a personas que no pasaban el proceso de entrenamiento para ser sicarios; de acuerdo a documentos revelados por Guacamaya Leaks.