En el año 2001, México tenía 102 millones de personas aproximadamente, y por cada 100,000 habitantes, la tasa de delitos fue de 4,412 a nivel nacional. De 2001 a 2013, el gasto federal en seguridad pasó de 73 mil millones de pesos a 219 mil millones de
pesos, lo que equivale a un crecimiento de 200%.
Esta cifra fue verificada por Ethos Laboratorio de Políticas Públicas que realiza estudios mediante el financiamiento de aportes provenientes de organizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales, sector público, sector privado e individuos; su director es José Luis Chicoma.
Según este estudio, que tomo como base los reportes del Sistema Nacional de Seguridad Pública y datos de la Auditoria Superior de la Federación, en 2013 el 77% del gasto público en seguridad fue de las dependencias del gobierno central y sólo un 23% por los gobiernos estatales, a pesar de que 93% de los delitos registrados corresponden al fuero común y sólo 7% al fuero federal.
Los recursos se dividen en 4 ramas: Defensa Nacional y se destina el 22%, Gobernación 22%, Poder Judicial 18% y Seguridad Pública 17%. Lo que resulta contradictorio, pues en seguridad nacional del año 2013, la tasa por cada 100 mil habitantes 41,563, según cifras de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública del 2014 del INEGI, creció tanto o más que el presupuesto a Seguridad Nacional y el porcentaje destinado a combatirla.
La firma Ethos, considera que el aumento en el gasto no es necesario, sino debe enfocarse en la prevención del delito, pues el presupuesto mayor no indica que estemos por debajo de las cifras del 2005. Cabe mencionar, que 2005 fue un año que histórico en seguridad para México, el año más bajo desde el 1997, pues sólo hubo 1,328 delitos por cada 100,000 habitantes.
Sin embargo, se persiguen casi la misma cantidad de delitos federales en la ctualidad que en ese año histórico, lo que representa un abandono a la seguridad nacional del fuero común.