El gobierno de México emitió una enérgica condena por la muerte de un mexicano perpetrada por policías estadounidenses del condado de Orange (California), con el que suman tres los ciudadanos mexicanos ultimados por uniformados de ese país en
menos de un mes.
La cancillería "condena enérgicamente el fallecimiento del mexicano Ernesto Javier Canepa Díaz", quien murió el 27 de febrero a consecuencia de los disparos de oficiales del departamento de policía de la ciudad de Santana, dijo la dependencia en un comunicado de prensa.
La muerte de Canepa Díaz se suma a la de Antonio Zambrano Montes, ocurrida el 10 de febrero en la ciudad de Pasco (Washington) y a la de Rubén García Villalpando, registrada el 20 de febrero en el distrito de Tarrant (Texas).
En todos estos casos hubo "presumiblemente un uso excesivo de la fuerza", destacó la cancillería.
Estos incidentes provocan "profunda consternación y molestia" del gobierno mexicano y "no pueden verse de manera aislada", enfatizó la dependencia.
Las autoridades mexicanas pidieron al Departamento de Justicia de Estados Unidos que su División de Derechos Civiles participe en la investigación de los tres casos "para asegurar que se conduzcan con transparencia y que se deslinden las responsabilidades de los agentes involucrados en estas muertes".
El consulado de México en Santa Ana envió también una misiva al fiscal del condado de Organge para expresar su profunda preocupación por la muerte de Canepa Díaz.
La cancillería mexicana dijo que en el gobierno mexicano hay una "profunda preocupación por la fractura en la confianza entre la comunidad hispana y las corporaciones policíacas" de Estados Unidos.
Al menos 74 mexicanos han muerto desde 2006 a manos de agentes de la Patrulla Fronteriza y de policías estadounidenses, y solamente en nueve casos se ha obtenido un resarcimiento económico en favor de sus familiares.