Una joven que trabajaba en una tintorería de Ciudad de México fue esclavizada durante dos años en los que recibió azotes, escasa comida e incluso a veces fue encadenada, informó el lunes la fiscalía, que asegura que es su primer caso de este tipo.
Los daños y el hambre que sufrió fueron tan severos que, según sus médicos, la joven de 22 años tiene el aspecto físico de una niña, pero con las funciones fisiológicas de un anciano.
Cuatro mujeres y un hombre fueron detenidos, todos acusados del delito de trata de personas en la modalidad de trabajos forzados, después de que la joven consiguiera escapar y pedir ayuda, señaló la fiscalía capitalina en un comunicado.
A la chica "le daban de comer muy poco, una vez al día, pero debido a que trabajaba incansablemente, masticaba el plástico con el que cubría las prendas de vestir que planchaba y lo comía para mitigar el hambre", describió Juana Bautista, fiscal contra la trata de personas, a la prensa.
Esta situación ocasionó una "severa anemia" a la joven. Los médicos que la atendieron dijeron que "tiene un aspecto físico de 14 años, pero sus órganos internos y las funciones de los mismos representan a una persona de 81 años", añadió Bautista.
Las autoridades internaron a la joven en un refugio de alta seguridad luego de que ésta lograra escapar tras dos años de calvario, durante los cuales también sufrió crueles azotes.
"Cuando pretendía apoyarse en la plancha para descansar un poco, era golpeada con una llave stilson (llave inglesa), una mano de molcajete (mortero de piedra), un lazo y hasta con alicates", relató Bautista.
Los agresores mantenían a la joven encadenada del cuello o la cintura a un mueble de hierro y hasta quemaban su espalda con una plancha.
"Se trata del primer caso de este tipo que se presenta en la Ciudad de México", recalcó la fiscal.
Según las primeras investigaciones, la joven solicitó empleo en esta tintorería del sur de la capital tras haber trabajado ahí con anterioridad. La víctima relató que sus patrones le ofrecieron vivir con ellos -en una casa contigua al negocio- y le dieron buen trato durante algún tiempo. Pero, tras acusarla de robar cosas de la casa, los maltratos comenzaron.
En otro caso descubierto en la capital en 2009, un grupo delincuencial mantuvo encerrado durante meses a un centenar de hombres, entre ellos adolescentes y discapacitados psíquicos que fueron tratados como esclavos con el pretexto de que esto era una cura para sus presuntas adicciones.