Xalapa.- Los restos de la periodista mexicana Anabel Flores Salazar, hallada sin vida en una carretera tras ser secuestrada el lunes, eran velados este miércoles en Orizaba, en el estado de Veracruz, uno de los más peligrosos para los
comunicadores.
El cuerpo es velado por familiares de la periodista en una funeraria de Orizaba, en la que se desplegó vigilancia policial. El sepelio está previsto para este jueves.
Flores Salazar, de 32 años, madre de un recién nacido y de un chico de cuatro años, fue secuestrada el lunes por desconocidos que entraron a su casa en Orizaba y la sacaron encañonada.
El cadáver de la comunicadora fue encontrado el martes en una carretera del vecino Puebla, donde tras practicarse la necropsia se determinó que la muerte fue por "asfixia mecánica por sofocación".
De su lado, medio de centenar de periodistas, la mayoría de Veracruz, firmaron un manifiesto en el que expresan su "enérgico repudio" por este crimen.
El documento cuestiona el clima de impunidad que impera en Veracruz, que permite que individuos armados saquen a una mujer de su casa, la trasladen en un vehículo para después arrojar su cadáver en una carretera sin que nadie se percate aparentemente de estos hechos.
"¿Cómo pueden los grupos de la delincuencia organizada cogobernar ambos estados, tirar cuerpos de un lado y del otro? ¿Cuántos reporteros más irán cayendo en la defensa de la libre expresión en ambos estados?", señala el documento.
Flores Salazar escribía notas policíacas para el periódico "El Sol de Orizaba" y las autoridades no han adelantado posibles móviles del crimen o si podría estar relacionado con su trabajo periodístico.
La Procuraduría General de la República coadyuva en la investigación de este caso a través de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos Contra la Libertad de Expresión y ha pedido un detallado informe del caso.
En 2015 fueron asesinados en México ocho periodistas, la mayoría en Veracruz, según la organización francesa defensora de la libertad de expresión Reporteros Sin Frontera.
Según cifras de esta organización y contando el caso de Flores, desde el año 2000 han sido asesinados en México 90 reporteros y 17 están desaparecidos, lo que convierte a este país en uno de los más peligrosos para el ejercicio del periodismo.