Durante la tarde del viernes se registró en San Ignacio, Sinaloa la masacre en la que resultaron asesinados trece personas entre las cuales destacan 5 mujeres y 8 hombres de quienes hasta el momento se desconocen las identidades.
La noticia se supo cerca de la media noche del viernes, cuando algunas personas que se dirigían a Tayoltita, Durango, se toparon con la horrible escena.
Fue aproximadamente a las 08:00 horas del sábado cuando militares se dirigieron al alejado lugar a confirmar el hecho.
Autoridades tras hacer un recorrido por la zona ubicaron a dos hombres, uno de ellos estaba herido y el otro, supuestamente se encontraba cuidándolo, estos fueron detenidos y trasladados a la ciudad de Culiacán a bordo de un helicóptero de la Policía Ministerial. Además en la caja de una camioneta Tacoma doble cabina color blanco, de modelo reciente, posicionada en dirección a Tayoltita, se encontraban los cuerpos de dos mujeres y dos hombres, en el asiento trasero dos mujeres y un hombre, en la parte delantera quedaron sin vida el chofer y una mujer además de un hombre más al costado derecho de la unidad.
Al lugar de los hechos también arribaron elementos de la Policía Ministerial quienes tras casi tres horas de trabajo ubicaron cerca de 200 cascajos de cuerno AK-47, mejor conocido como ‘cuerno de chivo’ esparcidos en un radio de 60 metros, las personas que les dispararon lo hicieron desde lo alto de un cerro, por lo que las víctimas fueron blanco fácil de las balas.
Según algunas versiones la Tacoma fue atacada a las 17:00 horas, mientras la doble rodado dos horas más tarde. A la escena llegaron familiares de las víctimas, quienes no daban crédito a lo sucedido.
Indicaron que quienes iban a bordo de la camioneta de redílas habían acudido a Tayoltita a comercializar algunas cabezas de ganado y aprovecharon para comprar algunas cosas entre estas leche y pañales para sus hijos, así como fertilizante para una pequeña siembra de maíz.
Después de realizadas las diligencias, los cuerpos fueron levantados por la funeraria Moreh, para ser llevados al Servicio Médico Forense donde se les practicaría la necropsia de ley y posteriormente puedan ser entregados a sus familiares.