El creciente robo de identidad en México en los últimos años es uno de los delitos que debe ser tratado como un asunto de seguridad nacional, ya que como dice el titular de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), Mario Di Costanzo, “estamos a tiempo para combatir la suplantación de identidad. Esta forma de operar es importada de bandas de centroamericanos y de la propia mafia rusa, aún más peligroso porque se puede incurrir en lavado de dinero”.
Si se duda de la importancia de los delitos cibernéticos por robo de identidad, sólo hay que ver que el monto del quebranto económico en la actualidad es de unos 250 millones de pesos y quizá las cifras están subestimadas por no existir un reporte certero para cuantificar los daños.
El funcionario considera que debe legitimarse la forma de identificación de las personas porque el problema continuará creciendo, motivo por el que se trabajará de manera conjunta con las instituciones bancarias, el INE, así como con el Buró de Crédito para abatir tanto el fraude cibernético como el robo de identidad.
En entrevista, el presidente de la Condusef alertó a los usuarios respecto a los tipos de robos de identidad y fraudes cibernéticos, así como de las medidas que se realizarán para proteger a los clientes de la banca, quienes son los principales afectados.
Explica que el robo de identidad y el fraude cibernético van de la mano. “Nos preocupa y ocupa que en el 2015 se documentaron 55,000 casos de robo de identidad y un total de cuatro millones y medio de quejas, además es de llamar la atención que el crecimiento de dicho delito es del 40%. Lo anterior tiene que ver con dos aspectos: la falta de información y de educación financiera de los usuarios. En el caso del fraude por robo cibernético se puede equipar con darle las llaves al ladrón para que ingrese a una casa, las técnicas que más se utilizan son el phishing o bien, el rescate de los estados de cuenta que se tiran a la basura, conocido como el Dumpster Diving”, expresa Di Costanzo.
Es importante destacar que estos delitos salen a la luz con las quejas directas a la Condusef y por el informe R27 que los bancos presentan a la Asociación de Bancos de México (ABM). “Por cada queja que hace un cliente tienen que presentar un pasivo contingente a la ABM, posteriormente se le informa de la cantidad de estos pasivos contingentes y lo que hace Condusef es tomar ese informe y analizarlo”, puntualizó.
Falta de legislación
México no cuenta con una legislación federal para sancionar el delito de suplantación de identidad, a pesar de que ha incrementado en el país. Sin embargo, el primer estado de la República mexicana en regularlo fue Colima que reformó el decreto 525, el 29 de abril de 2009. Por otra parte, en el Distrito Federal, el Código Penal fue reformado el 29 de junio de 2010, para crear el capítulo III en el que se sanciona la suplantación de identidad.
Estudios recientes de la industria de la seguridad informática refieren que la economía del cibercrimen mundial ocasiona pérdidas de entre 375,000 y 575,000 millones de dólares anuales.
Tan grave y creciente es el delito de robo de identidad por los daños que causa que en el país las autoridades ya tomaron cartas en el asunto y recientemente el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, firmó como testigo las bases de colaboración para inhibir la suplantación de identidad a través del sistema financiero en México.
Con ello se determinarán protocolos de atención y acción inmediata, así como mecanismos de comunicación e intercambio de información entre las autoridades involucradas con el fin de hacer un frente común que proteja a los usuarios.