En entrevista exclusiva con El Punto Crítico Radio, la presidenta de la Asociación Alto al Secuestro, Isabel Miranda de Wallace, anunció su exigencia al Gobierno federal de una estrategia integral y frontal de combate al secuestro, para que sean desarticuladas las bandas que se dedican a este delito, esto a partir de un incremento del 19 por ciento con respecto al mes anterior.
La presidenta de Alto al Secuestro denunció que “Morelos tiene otra vez problemas con este tema, esto se debe al mal llamado “efecto cucaracha”; que consiste en que los secuestradores operan en Morelos, Ciudad de México, Puebla; reciben el pago para liberar a sus víctimas y regresan a sus estados de origen sin ningún problema. Cuando la autoridad de la entidad afectada hace operaciones para combatir este delito, los delincuentes simplemente cambian de estado y siguen operando con total impunidad; entonces no se tiene una estrategia integral articulada que combata el problema de raíz, solo ataca los casos aislados y así nunca vamos a terminar con el problema”.
Lamentó que México ocupe el primer lugar a nivel internacional en este delito y reiteró que el Estado de México tiene el primer lugar absoluto, donde los municipios más afectados son Nezahualcóyotl y Ecatepec; el segundo lugar es la CDMX; y el tercero estado que presenta esta problemática es Veracruz; en cuarto sitio está Guerrero; quinto Morelos, y Tamaulipas.
Además, indicó que en marzo del 2016 se reportaron 152 víctimas y en abril la cifra aumento de manera alarmante al registrar 173 y puntualizó que durante la actual administración ha habido en promedio 184 secuestros al mes, 43 delitos a la semana, una víctima cada cuatro horas
Exhortó a la población a no conformarse con las cifras como un parte de guerra, ni tomar este delito como algo lejano, “todos estamos expuestos a sufrirlo, es importante que demostremos nuestra indignación a las autoridades, que el combate al secuestro vuelva a ser un tema de seguridad nacional”, dijo.
“El secuestro representa una pérdida de confianza en las instituciones, en las personas y en la humanidad en general, la vida de una víctima de secuestro cambia radicalmente, tanto en lo personal como la de su círculo social, es expansivo el daño que ocasiona el delito del secuestro”, concluyó Miranda de Wallace.