Con el objeto de despresurizar los penales es necesario reformar al artículo 220 del Código Penal del Distrito Federal con la adición de una fracción V para eliminar del catálogo de delitos graves al robo simple.
La diputada del Grupo Parlamentario del PAN en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Olivia Garza de los Santos, en conferencia de prensa, destacó que la propuesta surge ante la preocupación que muchas de las personas que llegan a un reclusorio por este delito es por el robo de un litro de leche, un cuarto de jamón, productos u objetos con valor que va de uno a los cinco mil pesos.
La Vicepresidenta de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia de la ALDF, comentó que el robo simple es cuando una persona se apodera de una cosa que pertenece a otra persona, es propiedad de alguien diferente, con la finalidad de un lucro en algunos casos, es un delito patrimonial.
“Lo que nosotros estamos buscando es que cuando por primera vez, hablamos de primodelincuentes, que no haya reincidencia, que este robo se dé sin que exista ninguno de los agravante que establece el propio Código Penal… que no exista violencia, intimidación, dolo en la acción que se está cometiendo”, explicó Garza de los Santos.
Por ello, expuso que en la iniciativa de reforma al artículo 220 del Código Penal del Distrito Federal, se propone que el robo simple se sancione proporcionalmente al agravio; es decir, que no se prive de la libertad al infractor, sino puedan pagar con trabajo comunitario y multas; así como la restitución del daño a la víctima. Que la pena vaya en proporción al delito que se cometió.
“Hoy en la Ciudad de México tenemos cerca de 20 mil internos juzgados por el delito de robo simple, sin agravantes; seis mil de ellos cometieron robos por menos de mil pesos; mientras que 12 mil personas están por robo que va de mil a seis mil pesos; es decir, tenemos un gran número de internos por el delito de robo, y desgraciadamente en un sistema penitenciario que no cuenta con un modelo de reinserción social, los estamos profesionalizando en crimen organizado u otras conductas delictivas que aprenden al convivir con otros internos”, sostuvo.
La Presidenta de la Comisión Especial de Reclusorios de la ALDF, destacó que estas cifras del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados elaborado en el 2012, reflejan la necesidad de tomar medidas alternas para establecer penas alternativas y no saturar los penales con primodelincuentes.
Con esta medida, abundó, se busca que la última opción para las personas que cometen el delito de robo simple sea la cárcel; y de esta manera también, se contribuiría a despresurizar los paneles del Distrito Federal hasta en un 40 por ciento de la población actual de casi 42 mil internos.