La Universidad Nacional Autónoma de México calcula que en el Distrito Federal hay tres millones de perros, de los cuales el 50% vive en casas y perreras, mientras que el resto deambulan por las calles, y ensucian el entorno urbano con sus heces.
Ante los riesgos que representan los desechos orgánicos caninos en calles, parques, áreas verdes y espacios públicos, la Diputación Permanente aprobó la Propuesta con Punto de Acuerdo del diputado Manuel Alejandro Robles Gómez, por el que se exhorta al gobierno de la Ciudad a emprender una campaña de difusión para informar sobre las implicaciones y sanciones.
Presentado en tribuna por la diputada Carmen Antuna, la propuesta refiere que existen 1.2 millones de perros en la ciudad, de los cuales unos 120 mil, aproximadamente, no cuentan con hogar, sin embargo, la Secretaría de Salud reconoce la dificultad de elaborar un censo de población canina.
En muchos casos el dueño no se hace responsable y omite levantar los desechos, en años recientes, ha surgido un nuevo oficio: el cuidador de mascotas, que los atiende y saca a pasear cuando el dueño no tiene tiempo, así que el cuidador profesional también tiene la obligación de levantar las heces del espacio público.
Actualmente, el dejar las heces caninas en estos espacios está sancionado en el artículo 26 de la Ley de Cultura Cívica, que impone una multa de 11 a 20 días de salario mínimo, o con arresto de 13 a 24 horas.
Sin embargo, comentó el diputado Robles que “para nadie es un secreto que de manera cotidiana muchas personas se encuentran con una desagradable sorpresa al levantar el zapato, y que termina incluso en su propio hogar; o los ciclistas se la llevan entre las ruedas, diseminando la materia fecal lejos de donde fue depositada”.
Agregó que además, en los parques y jardines donde hay juegos infantiles, canchas deportivas o espacios donde se practica yoga, baile, se juega ajedrez o se dan diversas clases, proliferan las heces, poniendo en riesgo la higiene y la salud de los infantes, adultos mayores, y de toda la población, pues las heces caninas pueden producir enfermedades parasitarias a través del aire o el agua.
Por ello, la propuesta suscrita también por los diputados Víctor Hugo Lobo, Diego Martínez, Alberto Martínez Urincho y la diputada Carmen Antuna argumentó que es necesario emprender acciones preventivas, sobre todo antes de que comience la temporada de calor, en que se incrementan las enfermedades infecciosas gastrointestinales.
Los legisladores consideraron que es de suma importancia hacerse responsables de los desechos de las mascotas y también es importante acudir a las campañas de esterilización, para que de ese modo no proliferen los animales sin que haya responsables.