El ex director de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Miguel Ángel Toscano Velasco, consideró que la legalización del consumo de marihuana en el Distrito Federal violaría acuerdos internacionales suscritos por México en la materia.
En rueda de prensa conjunta con el asambleísta Orlando Anaya González, recordó que México forma parte de tratados internacionales y de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, que consideran fuera de la ley el uso de la marihuana, por lo que su legalización violaría dichos acuerdos.
“Si pretenden hacer de la marihuana un medicamento tendrían que seguir los procedimientos para elaborar medicamentos, por lo que nos parece muy extraño que la Cofepris no se haya pronunciado al respecto”, enfatizó.
A su vez, Orlando Anaya, quien forma parte de la Comisión de Salud y Asistencia Social de la Asamblea Legislativa, señaló que antes de pensar en legalizar la marihuana se realice una campaña de información y prevención del consumo de drogas basada en evidencia científica sobre sus riesgos y las consecuencias del consumo.
“El gobierno local no ha tenido la capacidad de enfrentar los problemas que vivimos, como regular la publicidad exterior, el ambulantaje, los valet parking y los antros, y ahora quieren sumar uno más con el consumo de marihuana”, aseveró el asambleísta del Partido Acción Nacional (PAN).
Anaya González indicó que “el PRD dejó de lado los daños irreversibles a la salud por el uso de la marihuana como el aumento del riesgo de cáncer en los testículos hasta 70 por ciento y las enfermedades cardiovascular, además de que deteriora el sistema inmunológico”.
Por ello, anunció que el PAN estará atento a la discusión de esta iniciativa, aunque la rechazan hasta que el gobierno capitalino y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) “aclaren su posición del gobierno y definan si quieren un uso recreativo o medicinal”.
El legislador puntualizó que una de las preocupaciones del PAN es que “la regulación de la marihuana fomente una baja en la percepción del riesgo del consumo de esa droga lo que propiciaría el aumento en el consumo experimental y a edades más tempranas”.