Narcodrones han sido utilizados para traficar droga en la frontera con Estados Unidos desde el 2011, parte de los cuales han sido asegurados por miembros de diferentes agencias tras ser derribados al cruzar hacia territorio estadounidense, indica un reporte de la Drug Enforcement Administration (DEA) .
El monto de droga que transportan los drones permite que los cárteles hayan aumentado su uso porque les permite financiar su uso, y como resultado ahora están enfocándose en fabricarlos con el tamaño y espacio de acuerdo a sus necesidades, explicó un agente antidrogas que no puede ser identificado por nombre o posición.
Actualmente tanto agencias mexicanas como de Estados Unidos tienen información que ubica a la ciudad de México, Querétaro, Guadalajara y Nuevo León como las entidades en donde los cárteles mexicanos han contratado a profesionistas por el doble o triple de su salario; que están elaborando, en paralelo a su trabajo formal, drones para esas organizaciones, pero la investigación está abierta.
La información de la agencia antidrogas, así como de fuerzas federales mexicanas menciona que hasta diciembre del 2013 los cárteles utilizaban drones fabricados por empresas extranjeras, particularmente de Israel, pero desde inicios del 2014 se registró un cambio de tendencia al comenzar el proceso de manufactura propia a menor precio que un túnel o semisumergeibles y evadiendo cualquier vigilancia incluyendo radares.
Desde el 2012 la agencia antidrogas registró un promedio de 150 cruces de drones, especialmente cuadrados, que transportaban paquetes de cocaína y otras drogas en paquetes que al ser decomisados llegaban a sumar hasta 2 toneladas.
La base de la Fuerza Aerea en la zona de San Diego que utiliza la agencia antidrogas ha capturado un promedio de 30 drones con droga que son enviados desde México para entregar su carga en territorio estadounidense en un proceso previamente acordado.
Para el abogado estadounidense John Davidson los vehículos tripulados o drones son las “mulas” perfectas para los carteles mexicanos los cuales ya han invertido en fabricar narcosubmarinos o semisumergibles, túneles para transportar droga entre otros, por lo que la fabricación de drones autonómos entra en su esquema.
El abogado Davidson agregó que la primer aplicación comercial de los drones por el narcotráfico es el empleo como mulas para traficar droga hacia Estados Unidos, sin la necesidad de contacto personal y menores riesgos para los participantes, así como una ventaja para los lavadores de dinero al exportar el efectivo de los negocios hacia México sin controles de la autoridad.
Estos drones, indica la información, son diferentes a los casos de ultraligeros que también utilizan los cárteles mexicanos para cruzar droga a Estados Unidos, cuyos casos promedian cuatro al día, llevan cargamentos de droga, con un promedio de 60.3 kilos por viaje, especialmente por las noches y no aterrizan en territorio estadounidense.
La Guardia Nacional informó que desde 2011 registró un incremento en el 2011 del uso de aviones ultraligeros de México hacia Estados Unidos, especialmente en el Centro de Arizona, que son utilizados por los cárteles mexicanos, con cargamentos superiores a los 100 kilos, y generalmente involucran mariguana.