La Ciudad de México se ubica dentro de las metrópolis líderes en América Latina en contar con azoteas verdes, con alrededor de 20 mil metros cuadrados, además de tener la más grande de la región en el edificio del Infonavit, al sur de la capital.
Junto con Santiago de Chile, la capital mexicana encabeza este concepto, sin embargo es incipiente si se compara con Europa, en especial Alemania, donde nació hace 40 años, destacó Marco Antonio Sánchez, director comercial de “Azoteas Verdes”.
Resaltó en entrevista que la instalación de azoteas verdes puede detonar ante los altos índices de contaminación y el cambio climático, pues combate el efecto de isla de calor, al reducir dos o tres grados centígrados la temperatura del inmueble.
“Una azotea verde limpia el aire que respiramos todos, filtra las partículas suspendidas y genera oxígeno; en materia social representa bienestar y plusvalía para los inmuebles”, destacó el directivo.
Por su parte, el diputado Fernando Rubio Quiroz señaló que la Comisión de Medio Ambiente en San Lázaro impulsa una agenda de desarrollo sustentable que incluye el rescate de áreas verdes e incentivos fiscales donde está incluido este concepto de azoteas.
Recordó que hoy en día, el Gobierno de la Ciudad de México ya otorga una reducción del 10 por ciento en el impuesto predial a quienes acrediten la instalación voluntaria de un sistema de azotea verde, pero solicitarán que este incentivo se incremente.
Estos beneficios se enfocan a quienes observen las especificaciones técnicas y criterios de calidad y seguridad que establece la Norma NADF-013-RNAT-2007, publicada en la Gaceta del Distrito Federal el 24 de diciembre de 2008, indicó el secretario de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados.
Y es que una azotea verde no es poner macetas en el techo ni tampoco cualquier persona o empresa puede instalarla, pues requiere de una tecnología avanzada, aclaró en tanto el director comercial de “Azoteas Verdes”.
Se trata de tener vegetación viva en la azotea, un jardín bien estructurado, con una base que impide que las raíces penetren el techo, sistema de filtración de agua y otras características, dijo.
No obstante, es accesible en precio y representa una plusvalía para el inmueble de hasta 15 por ciento de incremento en su valor, destacó Sánchez.
De acuerdo con cifras de la Secretaria del Media Ambiente de la Ciudad, de 2008 a la fecha se han instalado alrededor de 13 mil metros cuadrados de este tipo de superficie en museos y edificios públicos.