Así lo aseguró Leopoldo Rafael Duarte Pereda, presidente del Tribunal Superior de Justicia capitalino, Edgar Elías Azar.
Entrevistado en el marco del Séptimo Encuentro Nacional de Servicios Médicos Forenses, señaló que la decisión del juez que lleva el caso debe ser muy prudente y sobre todo la única regla que prevalecerá es el interés superior del menor.
Indicó que un niño a los cuatro años de edad no tiene mucha comunicación, además las circunstancias a las que estuvo sometido no son fáciles, ni tampoco para sus padres, ya que se trata de un tema muy complicado.
“El Tribunal no será instrumento ni de venganzas ni de linchamientos, se aplicará la ley con todo rigor y por lo bien integrado que está el expediente entiendo que habrá circunstancias para que el juez tome una decisión justa al respecto”, precisó.
En el mismo tenor se expresó el titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Rodolfo Ríos Garza, quien aseveró que la dependencia a su cargo buscará evitar que los menores tengan que estar en presencia de Duarte Pereda.
“En caso que el juez señale la obligación que se tenga alguna prueba con ellos, nosotros buscaremos que sea a través de los medios electrónicos para que no se encuentren en presencia o directamente con el probable responsable”, indicó.
Elías Azar y Ríos Garza coincidieron en señalar que durante el proceso la autoridad deberá ser cautelosa para evitar que los menores de edad presuntamente agraviados tengan algún contacto con el ahora detenido.