En la delegación Iztapalapa han sido detectadas 300 nuevas casas habitación con grietas, de las cuales 33 están a punto del derrumbe, aseguró la diputada Ana María Rodríguez, quien demandó a las autoridades capitalinas reconocer que el problema de daños estructurales en vivienda está en crisis.
Lamentó que el gobierno de la Ciudad de México no cuente con un programa específico para vivienda en riesgo, a pesar que el grupo parlamentario de morena en la Asamblea Legislativa por dos años consecutivos ha propuesto crear un fondo específico para atender casas-habitación afectadas por grietas, socavones, hundimientos diferenciales y laderas.
Un programa de esta naturaleza, dijo, requiere más de 5 mil millones de pesos de presupuesto inicial con un crecimiento gradual de recursos hasta lograr superar la problemática que hoy afecta a más de 30 mil viviendas en la Ciudad de México, sólo 14 mil en la delegación Iztapalapa.
Indicó que el Gobierno de la Ciudad de México a través del Instituto de Vivienda está obligado por la Constitución local a garantizar el derecho a la vivienda digna y segura mediante la aplicación de políticas públicas que favorezca a las personas en situación de pobreza y a los grupos de atención prioritaria, sin condicionamientos políticos, en estos supuestos entra la población con vivienda en riesgo.
La legisladora del grupo parlamentario de morena exhortó a las diferentes fuerzas parlamentarias de la Asamblea Legislativa a ser sensibles ante este problema que ya no sólo es de Iztapalapa sino también de Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta.
Simplemente el padrón de Iztapalapa reconoce 14 mil viviendas con grietas sin que hasta ahora exista una actualización confiable, por ello la legisladora solicitó a la Secretaría de Protección Civil y a las autoridades delegacionales a luchar por un presupuesto específico para la vivienda en riesgo.