Singuilucan, Hidalgo. Convencida de imponerse el domingo próximo en las elecciones municipales de Hidalgo, la abanderada del Partido del Trabajo (PT) para la alcaldía de Singuilucan, Ana Luz Arista, se compromete a impulsar todas las gestiones a fin de que su municipio, enclavado en el sureste del Estado, se convierta en un polo agrícola, ganadero, industrial y un pueblo mágico.
“Singuilucan es un municipio grande del estado, con zonas ricas por su naturaleza”, destaca Arista en una charla con El Punto Crítico, en la que esboza sus principales ejes de acción en caso de confirmar su triunfo ante nueve candidatos que disputan la titularidad de este enclave municipal en la denominada zona del Valle de Tulancingo.
Expone que en sus recorridos proselitistas se ha reunido y conversado con ejidatarios que están dispuestos e interesados en que a través de la iniciativa privada “podamos hacer corredores y complejos turísticos. Ya diseñamos mecanismos con ejidos a través de cooperativas para que formen ese tipo de organizaciones y que bajen recursos del gobierno federal y las cooperativas con apoyo del capital privado”, señala.
Singuilucan, insiste, “podría aspirar a convertirse en un pueblo mágico por la zona y su ubicación, pero en particular por sus atractivos turísticos. Estamos dispuestos a hacerlo”.
Reivindica su proyecto de gestión en este municipio “como uno sustentado y no basado sólo en promesas. Se ha hecho trabajo político”, dice Arista, una mujer cuya familia es conocida como pionera de la actividad comercial en este municipio hidalguense.
“Levanto la voz para que Singuilucan tenga el nivel que merecen sus habitantes y que una mujer pueda guiarlos”, afirma.
Arista admite que ella y su equipo están conscientes “de que enfrentaremos poderes económicos, políticos y aun criminales” para llevar a cabo sus iniciativas, pero asegura que “se tiene que enfrentar todo eso y hacer un buen trabajo. Si seguimos en la posición del miedo nunca vamos a avanzar. Junto con la ciudadanía podemos unir fuerzas y con un buen líder acercarnos a nuestras metas”.
Asevera que al igual que en otros municipios del Estado, la ciudadanía de Singuilucan experimenta un fenómeno de hartazgo, pero está convencida de que “somos más los que estamos en una posición de acometer la solución de numerosos retos. Tenemos el respaldo y las herramientas para avanzar”, dice Arista, quien aspira a convertirse en la primera alcaldesa en la historia de este municipio.
“Aspiramos a oportunidades de empleo, a bajar los índices de inseguridad. Un empleo genera dinero, derrama económica. Las obras con mano de obra local. El tener nuestras casas de salud con médicos, enfermeras, medicamentos. Apoyar a madres solteras, a los adultos mayores”, plantea.
Señala que su proyecto de impulsar un corredor industrial generará “beneficios a todos” los residentes del municipio, donde compromete el mantenimiento de los apoyos sociales y la continuidad de este proyecto de la primera mujer alcaldesa en Singuilucan”.
Es cierto, admite, “requerimos escuelas de calidad, seguridad para nuestros hijos, tenemos un potencial elevado en cuestión ganadera, agrícola. En el maguey, la producción del pulque que se ha dejado olvidado”.
“Quiero dejar huella en el municipio como la presidenta que ayudó a Singuilucan a dejar el rezago que tiene”, establece.
Arista lamenta que hoy día el municipio que aspira a gobernar a partir de diciembre próximo, esté afectado por la inseguridad y que hoy sólo existan 10 agentes policiales y 4 patrullas para atender a una población de unas 16 mil personas.
Promete un cuerpo policial bien capacitado en las 115 localidades. Su meta es dotar a cada una de las 36 comunidades de una patrulla y vigilancia policial permanente.
“Queremos cámaras de vigilancia conectadas al C4 o al C5 para impedir que los policías mantengan vínculos con los delincuentes”, establece. Son numerosos los retos, admite, pero promete que “No nos quedaremos con las manos cruzadas”. (fin)