Ciudad de México, 26 de octubre 2020, - En días pasados, los ciudadanos estuvimos atentos a las elecciones que se realizaron en los Estados de Coahuila e Hidalgo en medio de esta pandemia, el COVID-19 No fue problema para que se realizara la jornada electoral en buenos términos y con los resultados ya conocidos.
La autoridad electoral implementó los protocolos de seguridad necesarios para tal efecto, exitosamente. Hasta ahora, se desconoce si hubo algún contagio entre los ciudadanos asistentes a las casillas.
Pero, se debe observar más allá. El elevado costo que implica la impresión de las boletas, material y papelería electoral, el traslado e instalación de casillas por sección electoral en cada colonia, el incentivo económico a la autoridad ciudadana en casillas, encuestadores, entre otros, representan un gasto mayor a considerar en estos tiempos de crisis.
Debemos adaptarnos a nuevas formas y mejores mecanismos de participación y emisión del sufragio para que los electores se interesen en participar de verdad, dejando a un lado la apatía o desconocimiento de elecciones en su localidad. Comúnmente cada elección se realiza en los días domingo, es domingo familiar o de futbol y asistir a la casilla es complicado, lo que da como resultado un bajo porcentaje de votación en comparación al alto costo que representa cada elección.
Es preciso innovar la forma en que los votantes emitimos nuestro voto, me refiero al Voto Electrónico a través de plataformas digitales y mediante los instrumentos informáticos conocidos, con los controles suficientes para evitar fraudes, tal como se hace en los bancos con las tarjetas inteligentes y se convierta en alternativa segura para el elector y el árbitro electoral, el voto electrónico es una opción menos costosa y de conteo inmediato en tiempo real. Cada elector tendría la opción de votar cómodamente desde +casa en su computadora personal o dispositivo móvil.
Agrego, que el Voto Electrónico debe ser también Obligatorio y merecedor a una sanción en caso de no ejercer el derecho al sufragio.
Con esta medida se reduce el abstencionismo y baja participación, se fomenta el interés de informarse en los ciudadanos acerca de quiénes son los candidatos de cada partido político y sus propuestas.
Se ejercita el derecho y obligación al voto, fortalece la democracia, el sistema electoral y de partidos políticos, garantizando la verdadera representación y legitimidad de los ganadores de la contienda.
Este concepto está probado e implementado en Brasil, Bolivia, Chile y Perú, con resultados de participación ciudadana del 90 % en sus procesos electorales de cada país.
En este nuevo orden social es peligroso y contradictorio que los ciudadanos no votemos, cuando se ha luchado por el derecho a votar y ser votado.
Estoy seguro que el I.N.E ya está trabajando en ello. En tanto los ciudadanos en el Estado de México y el resto del país estamos preparados para emitir nuestro voto en junio de 2021.