En un comunicado, la Secretaría (Ministerio) de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó hoy que los trabajos se realizan en un predio, de
aproximadamente siete hectáreas, cerca de la zona de monumentos arqueológicos de Teotihuacan, que de acuerdo a un decreto presidencial, "no están permitidos".
Esto "debido a que los estudios especializados señalan que es un espacio de alto potencial arqueológico, con la probable existencia de, al menos, una veintena de estructuras arqueológicas".
El INAH indicó que desde que tuvo conocimiento de las obras llevó a cabo las acciones que le faculta la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas.
Señaló que el 4 y 5 de marzo de 2021, personal del INAH realizó una primera visita de inspección.
En ella, se confirmó que las obras "se realizaban de manera irregular, puesto que no se contaba con la autorización del INAH, razón por la cual se procedió a colocar sellos de suspensión de la obra".
Tras el vencimiento del plazo que la ley le otorga al propietario del predio para la regularización del proyecto e ingresarlo al departamento de protección legal y técnica de la Zona Arqueológica de Teotihuacan, se realizó una nueva visita de verificación el 30 de marzo.
"En esa visita se corroboró que los sellos de la primera suspensión habían sido violados y que las obras continuaban de manera ilícita", precisó el comunicado.
Debido a lo anterior, el INAH colocó nuevos sellos de suspensión "y determinó levantar la denuncia correspondiente contra quien resulte responsable", ante el Ministerio Público Federal con sede en el municipio de Texcoco, misma que fue presentada el 20 de abril.
La intervención de las autoridades en el caso ocurrió luego de que investigadores denunciaron la destrucción en Oztoyahualco, debido a los trabajos con maquinaria pesada.
Teotihuacan, fundada en el año 100 a.C., fue una gran metrópoli sagrada, conocida por sus pirámides, cuyos orígenes y pobladores siguen todavía inciertos.
Las ruinas de la ciudad, caída alrededor del 650 d.C., fascinaron a los distintos pueblos que se asentaron en el actual Valle de México, entre ellos los aztecas, quienes bautizaron la ciudad con el nombre actual.
Según registros del INAH, la zona arqueológica de Teotihuacan es la más visitada en México, por su atractivo y su cercanía con la capital del país, y tan solo en 2019 recibió unos 2,6 millones de visitantes.
Junto con las pirámides de Giza en Egipto y el Coliseo de Roma, Teotihuacan forma parte de las tres zonas arqueológicas con más visitas turísticas del mundo.