MÉXICO, 30 DE ENERO 2024--El presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos TIF (ANETIF),
Alonso Fernández, alerta que cerca de 22 de cada 100 kilos de cárnicos que se consumen en México incumplen normas, no proceden de rastros ni de plantas procesadoras certificadas, por lo que pueden ocasionar problemas de salud pública.
Aunque la carne con certificado o sello TIF es entre 10% a 15% más cara que la que no tiene ese reconocimiento, es menos riesgosa para la salud humana, dijo en entrevista para El Universal.
Las carnes de bovinos, aves, cerdo y ovinos que no tienen certificación se venden con bacterias, microorganismos o materiales extraños que pueden provocar problemas de salud, sobre todo en tianguis, mercados o negocios informales de carne.
"El consumidor nacional no está tan familiarizado sobre los beneficios de los productos TIF", destacó Fernández.
Uno de los problemas es que, en medio de la situación económica actual, para la cual se augura una desaceleración, alta inflación, presiones del exterior, aumento de los precios de los granos e incremento en el costo de la mano de obra, puede haber cárnicos que, por al registrar alzas en sus precios, quedan fuera del alcance de un sector de la población.
"Vemos que respecto a un producto TIF, otro que no lo es puede ser un poco más barato y algunos consumidores se pueden ir con la finta. Te puede costar menos, pero pueden causar enfermedades y otro tipo de problemas", expuso Fernández.
Agregó que los insumos para producir carne de res, pollo y cerdo, entre otras variedades, subieron de acuerdo con la inflación en aproximadamente 10%, "lo que impacta al precio final del producto y se tiene que trasladar al consumidor".