La Ciudad de México ocupa el primer lugar a nivel nacional en recolección de medicamentos caducos, así lo informó el director de la Agencia de Protección Sanitaria (APS), José Jesús Trujillo Gutiérrez, tras reportar las acciones de
control sanitario que realizaron durante el periodo del año 2014 y el primer semestre de este año.
Durante el periodo que se reporta se ha contribuido a la recolección de 229 toneladas de residuos de medicamentos caducos en la ciudad por medio de contenedores ubicados en la red hospitalaria de la capital y las principales cadenas de farmacias, con el objetivo de eliminar riesgos a la salud derivados de una incorrecta disposición final de estos productos con vigencia vencida.
Adicional a la recolección de desechos de medicamentos, la APS ha impartido 608 pláticas informativas en Centros de Salud. A la fecha suman dos mil 769 pacientes que se encuentran en las salas de espera.
Asimismo, ha participado en conferencias, cursos, congresos, foros y talleres, donde se ha llevado el mensaje a profesionales de la salud.
En coordinación con el Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases de Medicamentos A.C. (SINGREM), la Sedesa tiene instalados 145 contenedores de medicamentos caducos en hospitales, Centros de Salud y Clínicas de Especialidades de la Red de Salud capitalina.
Estos contenedores están elaborados con materiales especiales y cuentan con un diseño que permite que después de haber introducido los medicamentos no puedan sacarse, y el destino final del material que se recolecta es destruido en hornos industriales.
En ellos no está permitido tirar agujas, jeringas, navajas u otros objetos punzocortantes, así como materiales que contengan residuos de sangre como algodones, gasa o vendas.
Se hizo un llamado a la población a acudir a cualquiera de estos contenedores y depositar los medicamentos que presenten vigencia vencida, con lo cual eliminarán el riesgo a la salud por su ingesta, ya que por estar vencido, el medicamento no actuará con toda su eficacia, como consecuencia sus efectos serán leves o incluso nulos. Asimismo, al caducar, cambian sus propiedades físico-químicas (las pastillas suelen desintegrarse y los jarabes cambiar de color), pudiendo llegar a ser tóxicos.