En el marco del Segundo Periodo Extraordinario de la VII Legislatura de la Asamblea Legislativa, el grupo parlamentario de morena manifestó su enérgico rechazo a la manera en que fueron aprobados varios de los nombramientos de magistrados del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
En cinco casos, el voto de la bancada fue en contra, en virtud de que los candidatos o candidatas no cumplían con el requisito de contar con una carrera judicial, señalaron los legisladores de morena José Alfonso Suárez del Real, Felipe de la Cruz Ménez, Miguel Ángel Hernández y Beatriz Rojas Martínez.
Hubo un caso extremo, el de Carlos Vargas Martínez, absolutamente indefendible por sus antecedentes en la Oficialía Mayor, en donde fue inhabilitado por diez años. Es una pena, señaló Suárez del Real, que se le haya nombrado magistrado, pues ahora es, literalmente, juez y parte. Parece que la Asamblea se dedica a purificar personalidades, en vez de nombrar magistrados eficientes y responsables.
El diputado de morena precisó que en un caso se abstuvieron porque, a pesar de que Miguel Ángel Mesa Carrillo ha trabajado en el ámbito electoral, no se ha dedicado propiamente a juzgar desde la perspectiva del derecho electoral.
A su vez, el legislador Miguel Ángel Hernández Hernández recalcó que es lamentable que cargos de tal manera relevantes se dejen en manos de personas inexpertas. Es reprobable que en lugar de nombrar a jueces que velen por los intereses de los ciudadanos, se les designe mediante cuotas de poder y que el amiguismo haya sido la pauta para nombrar a los nuevos magistrados.
Fue un proceso desaseado y regido por el compadrazgo, subrayó Hernández Hernández.
Las propuestas de Miguel Ángel Mancera son equívocas, erróneas y tal parece que interesadas, pues él, que procede del Poder Judicial, sabe mejor que nadie que la experiencia es requisito ineludible para el adecuado desempeño de los magistrados, subrayó Felipe de la Cruz Ménez.
En cambio, señaló la vicecoordinadora de la bancada, Beatriz Rojas, morena votó a favor de ratificar aquellos jueces que ya eran magistrados, pues por lo menos cumplen con el requisito elemental de la experiencia.