Con la finalidad respetar los usos y costumbres del pueblo originario de Culhuacán de la delegación Iztapalapa, el grupo parlamentario de morena, exhortó a la jefa delegacional y al Comité de Patrimonio Inmobiliario de la Ciudad de México, para que hagan valer el decreto expropiatorio para el inmueble ubicado en avenida Tláhuac 3448, y que éste sea utilizado como panteón, tal como lo solicitan los vecinos.
Al presentar el punto de acuerdo, morena recordó que desde el 8 de julio del 2005, los integrantes de la Alianza de Barrios de Culhuacán, expusieron al Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal y al Secretario de Desarrollo Social que, por la falta de espacio, les era imposible sepultar a sus muertos en el panteón vecinal de Culhuacán.
Por ello, solicitaron la expropiación de dos predios ubicados en Av. Tláhuac 3422 y 3448 entre calle “E”, Camino Viejo a los Reyes y calle Morelos, con la finalidad de edificar un nuevo Panteón Vecinal o ampliar el actual Panteón Vecinal en Culhuacán y conservar un lugar con las características notables de su cultura.
De esta manera, el 4 de octubre de 2011 se emitió el decreto expropiatorio respecto del predio de Avenida. Tláhuac 3448, con una superficie de 7mil 537 metros cuadrados y el 23 de noviembre del mismo año, se entregó el terreno a los promoventes.
Sin embargo, la actual jefa delegacional Dione Angiano, promovió ante el Comité de Patrimonio Inmobiliario de la ciudad que este inmueble ubicado en avenida Tláhuac 3448 se aprobara como panteón civil delegacional, lo cual, a todas luces contraviene con la determinación del 2011 que lo otorga los habitantes del pueblo de Culhuacán.
El grupo parlamentario de morena llamó a respetar esta determinación, pues los panteones civiles en Iztapalapa no cumplen con el reglamento de panteones ni mucho menos se encuentran en condiciones de salubridad para las personas avecindadas.
Por el contrario, al estar en manos del pueblo originario de Culhuacán, el nuevo panteón estará en condiciones sanitarias adecuadas para el depósito de cadáveres, y favorece la preservación de los usos y costumbres de las comunidades y pueblos originarios que habitan en la demarcación de Iztapalapa.