*Exhorta a dar transparencia a la función judicial y estar cerca de la sociedad.
*Advierte que falso e injusto que ser juez, magistrado o ministro sea “un cargo ostentoso.”
*Pide que las oficinas de los juzgadores sean verdaderas cajas de cristal.
La magistrada presidente del Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México (TJACDMX), doctora Yasmín Esquivel Mossa, exhortó a los impartidores de justicia a dar transparencia a la función judicial y estar cerca de la sociedad; así como dejar atrás las prácticas de aislamiento que solamente abonan a la especulación y la sospecha de los justiciables.
Al participar en la segunda jornada “Hacer México”, en la Mesa “Gobierno y Sociedad: Factores de Poder en la Reparación del Estado”, agregó para que varios sectores de la sociedad hablar de jueces, magistrados o ministros, solamente representa “un cargo ostentoso”, pero esto es falso e injusto.
Indicó que para ser juzgador se requiere muchas horas de estudio, capacitación y ejercicio profesional. “No hay funcionario judicial, llámese juez, magistrado o ministro, que no haya tenido una vasta práctica profesional, ya sea dentro de la carrera judicial o en el ejercicio de la abogacía.
Estableció que ya no debe haber juzgadores que sean inalcanzables para la gente, porque el alejamiento provoca incapacidad para ejercer la función, y estimó que estás prácticas generan opacidad y corrupción.
Asimismo, Esquivel Mossa destacó que los jueces y magistrados tienen que convertir sus oficinas en verdaderas cajas de cristal, en las que cualquier ciudadano pueda entender y saber qué, cómo y cuándo ejercemos nuestra función.
Esquivel Mossa subrayó que los tiempos en que los juzgados y tribunales eran palacios infranqueables terminó. “Hay que demostrar a la gente que sabemos escuchar, asimilar, comprender y recapitular cada manifestación, fundamento y visión que nos sea presentada”, puntualizó.
La impartidora de justicia definió tres características que son parte fundamental de la función judicial: 1.-La inmediatez, 2.- La comunicación, y 3.- La transparencia, y consideró que sin éstas la función judicial pierde su valor y reconocimiento ante la gente.
Sociedad harta de funcionarios pretensiosos
Más adelante, Esquivel Mossa puntualizó que la gente está harta de funcionarios públicos pretensiosos y distantes de los problemas cotidianos, la sociedad rechaza instituciones públicas que estén a cargo de personas insensibles y ajenas al sentir de la mayoría. Más bien, dijo, la sociedad exige funcionarios capaces, con deseos de servir y que sean empáticos y sensibles a la realidad.
La juzgadora dijo que quienes lideramos las instituciones públicas, tenemos la obligación de replantear su desempeño y reformar todo aquello que se necesario siempre con la intención de retomar el camino y volver la mirada a los objetivos de reivindicación social.
Consideró que el Estado y sus instituciones de gobierno deben servir a la gente, dar resultados, brindar seguridad y generar bienestar para las personas y de este modo permitir que se alcancen sus fines individuales y colectivos.
Para concluir, Esquivel Mossa aseveró que para ser juzgador se requiere contar con dos vocaciones particulares: El deseo de servir a los demás y la voluntad de resolver, en justicia y derecho, las controversias que se le presentan.