En encuentro con delegados agrícolas de 14 naciones representadas en nuestro país, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, consideró fundamental definir estrategias y políticas que permitan garantizar la seguridad alimentaria para habitantes de urbes como la capital mexicana.
Acompañado por el secretario de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), Hegel Cortés Miranda, el Jefe de Gobierno inauguró el Primer Encuentro entre el Grupo de Trabajo de Agregados Agrícolas en México (GTAAM) quienes conocerán los programas y acciones que el Gobierno de la ciudad lleva a cabo para garantizar el derecho alimentario, como lo es el Programa “Aliméntate” que se aplica en coordinación con productores capitalinos; la entrega del “Seguro Agrícola” como medida de apoyo a quienes pierden su producción debido a fenómenos climáticos; así como la construcción de huertos urbanos.
El mandatario precisó que proyectos como este último, implican inversiones que van entre los 10 mil y 20 mil dólares; pero destacó que se trata de capitalizaciones bien aplicadas porque ya están dando resultados, pues solo en la delegación Álvaro Obregón los colonos obtuvieron una cosecha de media tonelada de jitomate para su autoconsumo.
Anunció que los programas y esfuerzos para garantizar el derecho a la alimentación continuarán reforzándose y se planea poner en marcha 15 proyectos más en Álvaro Obregón y otros cinco para Miguel Hidalgo. Abundó que se trabaja en esta materia en: Magdalena Contreras, Iztacalco, Milpa Alta y Tlalpan, porque tienen vocación para estas iniciativas.
Ante agregados agrícolas procedentes de Alemania, Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Hungría, Nueva Zelanda, Países Bajos y Uruguay -quienes intercambiarán con autoridades capitalinas información y experiencias locales en materia agrícola y pecuaria- Mancera Espinosa destacó que se tiene contemplado destinar una inversión de 23 millones de pesos para el rescate de Xochimilco con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), a fin de que las comunidades que radican en esta área puedan generar riqueza y no queden al margen del desarrollo, por el hecho de habitar en una zona declarada Patrimonio de la Humanidad.